El día martes 01 de julio a las 10 de la mañana, en el Canal alemán DW, visualice un debate sobre la HOMOFOBIA en latinoamérica, fueron entrevistados cuatro ciudadanos chilenos (dos congresistas, una dama, directora de la Oficina de "derechos humanos" en Chile y el representante de las personas "trans"), todos vestidos apropiadamente para la ocasión, ninguno revelaba en sus gestos inclinación homosexual alguna.
Debo confesar que perdí por fracción de segundo toda mi lucidez, cuando el representante de las personas "trans", barbado él, declaró en su primera intervención que era "un hombre con vagina" y que tal hecho no lo hacía menos hombre, posteriormente sus declaraciones fueron confrontacionales, entre otras cosas, expresó, que, en su "organización" tenían una compañera de CINCO AÑOS, su nombre era Juan, pero que no deseaba ser varón sino niña, es más dijo que Juan le preguntó a su madre, ¿si me corto el pene, puedo ser niña?.
Todos los asistentes estuvieron de acuerdo que, cualquier ley (digamos la "unión civil" entre personas del mismo sexo) sería letra muerta si el Estado no se encargaba de instruir a sus ciudadanos sobre el desarrollo de la "cultura", sus avances o nuevos enfoques, de manera que, adquieran conciencia de la realidad que enfrentan y el espíritu de tolerancia a lo diferente.
Muy bien, del breve relato que precede, pienso que estamos frente a un cambio profundo en la concepción de nuestra especie, el representante de las personas "trans" ha establecido una sub.epecie humana, el hombre-mujer o la mujer-hombre, en el primer caso, la cuestión es pasible de conseguirse con operaciones y agregados al cuerpo en el segundo, imagino que podría ser lo mismo, aunque por mi propia ignorancia, no alcance a comprender como se crea un pene en la mujer y se moldea su esqueleto para adquirir algo de rasgos masculinos.
Así las cosas, la ausencia de religión o por lo menos de su práctica, la torpeza de las mujeres de creer que ellas pueden decidir sobre el producto de la concepción sin requerir para nada la opinión y deseos del varón, dueño y amo del 50% de ese producto, concebido en el 99% de los casos con el consentimiento cuando no del amor de las parejas que la practican, tendremos como resultado un debate sobre como matar a un ser indefenso, en nuestro caso antes de las 22 semanas, pasadas estas, aparentemente, TODAS las causas que motivarían el "aborto terapéutico" habrían desaparecido y la gestante daría a luz una nueva vida sin complicación alguna, un poco extraño, por decir lo menos.
Por otro lado, además del inciso 11) del artículo 6.1 del Protocolo, que abre la puerta para MATAR sin rubor alguno, existe el artículo 6.3.4 en el que, se le concede a la gestante solicitar una nueva evaluación en el supuesto que, la Junta Médica opine porque NO es necesario practicar el aborto, en mi opinión este artículo nos dice que la intención de la norma es MATAR, no puedo entenderlo de manera distinta, ¿que criterio sería el fundamento para que la gestante pida una nueva evaluación?.
En conclusión, NO puedo estar de acuerdo con el protocolo. La Resolución Ministerial que lo crea debe someterse a revisión o plantearse una acción de inconstitucionalidad.
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