El poemario que lentamente, pero sin pausa, les iré entregando, lo pueden bajar gratuitamente del sitio: planetalibro,net, sección poesía bajo el título "El Silencio Obtuso de las Palabras", empezaré este empeño, pegando la introducción y desde mañana 18 de marzo, publicaré un poema.
Dedicatoria
Con todo mi amor, para:
María Jesús – mi esposa.
Mirtha Carola – mi hija
Belencita – mi nietecita mayor
Amanda – mi nietecita de los mil y un secretitos
Harol – mi nietecito y sus ojitos llenos de ternura
Paris – mi último nietecito y el más travieso
Ana, Graciela Beatriz, María Elena (Argentina) Yolanda y Camila (Chile), Ruth Janneth, Ana Cecilia, Delis, Martha Eugenia (Colombia), Emb…(nunca supe su nombre) –España- Patricia (Ecuador), Dolores Margarita (México) Alma y Fedora (Venezuela), mis amigas virtuales sin cuyo impulso no me hubiera atrevido a cristalizar tan añejo anhelo.
Finalmente como un regalo a la memoria de mi querido hijo Harold Mariano por los 26 años de felicidad que nos brindó y, a Dianita Bartra Sota quien, no obstante haber partido nuestro hijo, siempre nos tiene presente.
Presentación
De pronto un deseo invencible, como el embrujo divino de la mitología helénica, me impulsa la entrega de los poemas que están por leer; me angustia la idea que los trazos firmes de mi juventud, que ha recorrido el sinuoso camino de la experiencia, se encuentre más temprano que tarde, con la temblorosa mano cargada de recuerdos y de olvido.
Este poemario comprende dos etapas de mi vida separadas por más de 20 años, no he perdido la esencia en la segunda, del romanticismo que inspira la primera, sin embargo , aquella se ha enriquecido gracias a mis amigas virtuales y las vivencias que con ellas he compartido, correos, Chat y la lectura en una aldea sin distancia.
Ninguno de los poemas está precedido de título o nombre alguno, no me parecen necesarios, son ustedes, amables lectores, los que podrán asignarles uno; sin embargo, encontrarán, no en todos, las circunstancias que determinaron su creación, confesiones que despertarán las iras de mi querida esposa e hija y en el futuro, de mis nietecitos, pero si he de ser consecuente con mi modo de conducirme no puedo evitar mencionarlas, el orden de los poemas, si bien identifican las etapas a las que me he referido, las fechas en que fueron escritos no guardan un estricto orden cronológico, con los que forman este poemario, los he plasmado a mi libre arbitrio, respetando íntegramente la redacción original, si algún detalle he agregado, no pasa de la puntuación correspondiente.
He comprendido que la vida es el constante reconocimiento de las virtudes ajenas que jamás pondremos en práctica.
Celebramos el pensamiento y obra de seres humanos brillantes y justos, mujeres y hombres, que en su época, trasladaron al lienzo, a las tablas o a las vírgenes hojas, que con febril arrebato hoy pretendo legar a mis amigos, el enorme caudal renovador de la conducta humana, cuando no la denuncia ante las atrocidades que se cometían, y se cometerán, para ufanarnos de cultos, un círculo muy pequeño, y moderno oráculo griego, que analiza y desde luego premia , para satisfacción NO del personaje que lo recibe, sino de ellos mismos y del séquito que en parcelas, difundido por el mundo está.
No incluyo, por obvio, el trabajo científico que ha permitido que la aldea global, de la hora presente, alcance su colosal y desigual adelanto.
No denuncio ni pretendo, más allá, de mi propia percepción, las flaquezas y/o virtudes (muy pocas a mi juicio estas últimas) de instituciones o personas, dedicadas a evaluar, criticar, encumbrar o relegar al olvido obras y autores, aquellos que tengan la suerte o desgracia de acceder a estos garabatos, están en la absoluta libertad de juzgar y formarse la opinión que les merezca mi trabajo y los apuntes que preceden.
II Parte:
Tenía 32 años cuando ingresé a la Universidad a estudiar Derecho, la visión del mundo cambio para mi, descubriendo en los compañeros más jóvenes un insospechado (grave defecto el de mi personalidad, en aquellos años, juzgar por las apariencias) potencial intelectual, artístico y compromiso social, también como es natural, alterné con chicas bellas e inteligentes, una de ellas inspiró casi todos los versos que escribiera en esos inolvidables seis años de estudios que, dicho sea de paso, no pueden terminar, si deseo que los años restantes de mi vida, tengan el norte de realización personal que siempre he perseguido.
Es el poema que van a leer, el primero que recuerdo haber escrito en la Universidad.
Me estoy enamorando, ahora que junio termina
y que enero sólo fue una quimera.
Me estoy enamorando y no quiero darme cuenta.
Me estoy enamorando y mis latidos van de prisa.
Me estoy enamorando y mis neuronas rechazan
este arcano anhelo.
Me estoy enamorando ¡ahora!, ahora que junio
termina.
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