El conductor de “Beto a saber” se
comprometió con el pueblo peruano en la
noche del 26 de junio de 2017- a
recordarles al Presidente del Perú y a SÚ ministro de trabajo todos los días,
(mientras esté en el aire, agrego) que la muerte de dos jóvenes en la Galería “Nicolini” NO quedará impune DEBEN
ORDENAR el enjuiciamiento de los responsables por un crimen sin nombre y se
les sentencie a prisión por los años establecidos en el Código Penal,
igualmente la muerte de cuatro soldados (y el destino del mayor responsable de
las prácticas en Marbella me permito
incorporar), a los muertos en “Utopía” a
los tres jóvenes bomberos muertos luchando contra el fuego en los almacenes del
MINSA y a los cuatro muertos del Centro Comercial “Larcomar”.
Si el compromiso anterior fue una
expresión de solidaridad y sobre todo honesta aguardo sinceramente que lo
cumpla, el día de ayer sólo ví los
inicios de su programa “Beto a saber” y NO cumplió, sin embargo le sugiero para
obviar la insistencia con palabras lo siguiente:
Colocar en la pantalla que tiene
a su espalda el nombre y foto de los fallecidos atendiendo al lugar donde
ocurrieron las desgracias con la siguiente leyenda: ¡¡ELLOS CLAMAN JUSTICIA!!.
De manera que, durante la hora del programa
se sucedan estas demandas y el pueblo pueda mantener la memoria de tan infaustos sucesos y la condena que
merecen los criminales sea por acción u omisión.
Escribía también ayer en horas de
la mañana sobre los programas políticos y la MANIPULACIÓN DE LA INFORMACIÓN,
resalté el pedido de dos comerciantes de la Galería “Nicolini” sin sangre en la
cara pidiendo apoyo para empezar de nuevo pues lo habían perdido todo.
Ayer en la noche y en un
noticiero NO fueron dos sino cinco mil personas representados por un “cara
dura” y un grupo de “emprendedores” más
familiares, pidiendo APOYO para empezar de nuevo, no contento con ello EXIGIÓ
que el Concejo Metropolitano realice un estudio de las estructuras del local
siniestrado, no merecen siquiera un juicio estas personas.
Ese infeliz y todos los
“emprendedores” de la Galería “Nicolini” son culpables por OMISIÓN del asesinato de los dos jóvenes, porque no
comunicaron a la autoridad lo que ocurría, sin perjuicio que esos mismos
“emprendedores” y el “cara dura” que NO sabe cuánto deja de vender diariamente
y que son respetuosos de
las normas y por eso esperaban la autorización para ingresar a sus locales,
almacenaban sus productos en los contenedores que habían fabricado a partir de
la azotea del tercer nivel y adicionalmente partícipes de la estafa y engaño a
sus clientes de las que estaban encargados los fallecidos, entre otros, que al
no haber muerto por no estar presentes
nunca sabremos las otras porquerías y estafas cometidas.
El “cara dura” y los
“emprendedores” deben pagar los estudios del estado de las estructuras de la
galería siniestrada, el Consejo Metropolitano dispondrá (eso es lo correcto) la
prohibición de volver a ocuparla mientras los propietarios prueben que la misma
está en condiciones óptimas para recibirlos y a sus clientes.
Igualmente en la noche de ayer se
conoció que la Municipalidad de Lima …¡¡¡oh, milagro!!! detectó que en “Mesa
Redonda” después de cuando menos cinco años de haber sido construidos en las
azoteas de las galería ahí existentes, contenedores igualitos a los de la
Galería “Nicolini” dedicadas a depósito y
al mismo trabajo inhumano practicados en ésta, naturalmente muy pocos
peruanos puede hacer el seguimiento a las declaraciones, porque sólo son
eso, de los funcionarios municipales que
han ofrecido DESMONTAR esas estructuras metálicas (lo están haciendo y espero continúen
hasta su total erradicación) ¿Podrá el periodismo hacerlo o el aceite para
guardar silencio cobrará su cuota de oscuridad y olvido?
Esperemos que continúen su labor
de fiscalización en LAS MAYORES GALERÍAS EXISTENTES en Lima Cercado y apoyen a
los Concejos distritales en esa tarea sino con personal con los lineamientos
que se deben usar.
Otra noticia ¡espectacular! Fue
que después de siete meses se determinó la causa del incendio de los almacenes
del MINSA un corto circuito originado por unos cables sueltos y
responsabilizaron a trabajadores ejecutivos de la empresa, mejor hubieran denunciado a los operarios de mantenimiento
que están en contacto directo con los servicios
que ofrece y atentos a reparar cualquier desperfecto.
En realidad este increíble
informe lo que está tratando de hacer en
mi concepto es encubrir o poner el
parche antes que salga el chupo a los constructores de la obra, me explico:
No soy ingeniero, ni técnico ni
operario eléctrico pero el sentido común me dice lo siguiente:
Todas las construcciones respetan
o deberían respetar las especificaciones técnicas de los diversos instrumentos
que aseguran el normal funcionamiento de
los edificios y otros que construyen, por ejemplo:
La corriente eléctrica se conduce
a través de cables especialmente diseñados para soportar la potencia eléctrica
que recibirán, los grandes tableros eléctricos (debieron existir varios en
“Larcomar”, ignoro si por la demanda eléctrica existía más de uno en los
almacenes del Ministerio de Salud -MINSA-) regulan esa cantidad de corriente de
suerte que, si la demanda supera el máximo de potencia permitida estos se desactivan y se asegura NO
ocurra una sobre carga, ahora bien, asumamos que los cables eran los apropiados
para soportar una potencia de 80
amperios (los amperios hasta donde recuerdo de mis estudios secundarios es la
unidad de medida de potencia de la electricidad y los Ohmios su resistencia), sucede sin embargo que la
demanda se encuentra al límite atendiendo a la construcción, importa ello que
si se incorporan otros servicios demandando energía adicional la probabilidad que los sensores térmicos se
activen muy seguido perjudicarían los negocios que ahí se instalarían, en
consecuencia, los responsables de la construcción instalan tableros generales
que soporten 90 amperios sin cambiar los cables (el número es completamente
arbitrario pueden ser más o menos, son
útiles para desarrollar la idea) así se aseguran que los sensores térmicos NO
detecten la sobre carga de los cables DISEÑADOS para soportar 80 amperios, esta
deficiencia con el tiempo –como en efecto sucedió en “Larcomar” y en todos los
incendios NO provocados, INCLUYENDO el del Edificio en el Distrito de José
Leonardo Ortíz en Chiclayo (murieron siete personas y ERA UN EDIFICIO
MULTIFAMILIAR no apto para depósito menos para productos inflamables), destruye
el aislante de los cables y en determinado momento se produce el corto circuito
que origina las desgracias que comento.
YA ES TIEMPO PERUANOS QUE NOS
QUITEMOS LA VENDA, EL PERÚ DEMANDA UNA REVOLUCIÓN, a los ricos les importa una
tortilla de barro (era lo que comían o de pronto aún siguen comiendo las
ciudadanos más pobres de un País pobre como Haití) la pobreza y la miseria
mientras acrecienten sus riquezas y el confort del cual disfrutan.
“SI NO HAY JUSTICIA PARA EL
PUEBLO QUE NO HAYA PAZ PARA EL GOBIERNO”. E. Zapata.
PD. He sufrido viendo sufrir a mi
padre por los vejámenes que contra el cometían
los pequeños talleres de cerrajería –hubieron excepciones desde luego, en
aquellos años la vida era diferente- tuvo muchísimos trabajos, se salía porque
mandaba a la mierda a los propietarios.
Durante mi vida y hasta fines de
la década de los ochenta y parte de la
siguiente, tuve la oportunidad de
trabajar con el sector privado y público NO PUEDO QUEJARME DEL SECTOR PRIVADO
(salvo la más negra de mis experiencias y por quince días en la panificadora,
desgraciadamente propiedad de un italiano y que ya he contado en este blog) gracias
al apoyo de un gran italiano Gerente
General de una empresa perteneciente al
más poderoso conglomerado financiero del País –que en paz descanse-
quien me ayudó.
En aquellos tiempos los Gerentes
Generales eran “todo terreno” sabían de economía, finanzas, contabilidad,
relaciones humanas, administración y eran la última palabra en la toma de
decisiones dentro de las facultades que se le otorgaban (NO ME REGALÓ NADA pues pagué cada sol con el
que me apoyo para hacerme Abogado) sin ese apoyo sólo Dios sabe dónde estaría
actualmente. MAS COMO REPITO ERAN OTROS TIEMPOS, LA DESHUMANIZACIÓN ha calado
profundamente en el poder y la especialización ha vuelto insensible al
empleador que como es lógico (errar es humano, echarle la culpa a otro más
humano todavía “Lex Lithiers”) achacan todos los males a la competencia en esta
aldea en la que ha terminado el Mundo.