miércoles, 6 de julio de 2011

Jaime Bayly, Hugo Chavez, Ollanta Humala . Comenta José Guillermo Anderson Anderson




Una vez más me siento muy a gusto comentando la opinión del señor Bayly a la cual le faltó cierto grado de cortesía, fineza y reconocimiento de que sus mentores fueron vencidos limpiamente, aun cuando ellos jamás actuaron de la misma forma; veamos:







LA COLUMNA DE JAIME BAYLY | Lun. 04 jul '11

Leer el futuro

Autor: Jaime Bayly
Revisando mis papeles, encuentro un comunicado del Partido Nacionalista, publicado en el diario La República el 17 de octubre del año pasado. El comunicado se titula “Propuesta Nacionalista”. Tiene 10 puntos. En su punto 1, dice: “Renovación política democrática. Esta renovación se plasmará en una Nueva Constitución que sirva como herramienta para la construcción del Estado Nacional”.

Bien.

Por otro lado, en su plan de gobierno, el Partido Nacionalista (también conocido como Gana Perú) menciona 17 veces que, si gana (y ya ganó Gana Perú, lo que no necesariamente supone que ganó el Perú, mucho me temo que ganó Gana Perú y al mismo tiempo perdió el Perú, pero eso está por verse), sacará desde el gobierno una Nueva Constitución.

Bien.

Sabemos entonces que el señor Ollanta Humala quiere su Nueva Constitución, igual que Hugo Chávez, igual que Evo Morales, igual que Rafael Correa.

Para sacar su Nueva Constitución y dar de baja la Constitución fujimorista del 93, Humala tendrá que convocar a una Asamblea Constituyente.

Si quiere tener mayoría en esa Asamblea y lograr que su Nueva Constitución resulte escrita a su medida, debería convocarla en el primer semestre de su gobierno, o como mucho en el primer año, pues luego vendrá el desgaste inevitable.

Es, por tanto, bastante seguro pronosticar que Humala tratará de ir a unas elecciones para la Asamblea Constituyente que escriba y promulgue su soñada Nueva Constitución en el primer año de su gobierno.

Para convocar a esas elecciones, Humala requiere de mayoría simple en el Congreso, es decir 66 votos de los 130 escaños. Si Humala, que ya tiene 47 congresistas, consigue los votos de la bancada de Toledo, que suman 21, y algunos votos de los desertores de PPK y de Castañeda, tendrá sus 66 votos y podrá convocar elecciones para la Constituyente. Puede que algunos miembros de la bancada de Toledo no voten a favor de la Constituyente, pero esos votos que acaso pierda Humala los recuperará de los desertores de PPK y Castañeda, que sospecho serán cuatro o cinco.

(El artículo 206 de la Constitución de 1993 dice: “Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el Congreso por mayoría absoluta del número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum”).

Mi cálculo es que Humala anunciará estos planes el próximo 28 de julio y tratará de sacar los 66 votos el primer semestre de su gobierno, de modo que las elecciones a la Constituyente sean, como muy tarde, en abril de 2012.

Luego veremos si el Partido Nacionalista obtiene mayoría absoluta o mayoría relativa en esa Asamblea Constituyente. Si se apura y logra que las elecciones sean en “la luna de miel” (como hicieron Chávez, Evo Morales y Correa), bien puede obtener la mayoría absoluta.

En tal caso, caben dos preguntas: ¿qué pasará con el Congreso elegido en la primera vuelta de abril pasado, en el que Humala no tiene mayoría absoluta? ¿Sesionarán paralelamente el Congreso y la Constituyente? Lo más probable es que sí. (Los congresistas no podrían postularse a la Constituyente). No creo que Humala sea tan torpe para cerrar el Congreso y dejar en pie a la Constituyente, como hizo Correa en Ecuador (Correa no tenía representantes en el Congreso que clausuró, Humala tiene 47 sobre 130, lo que no es poco).

Por otro lado, si Humala consigue mayoría absoluta en la Asamblea Constituyente, ¿cederá a la tentación de bajar la valla de la segunda vuelta, escribiendo una enmienda que diga, como dice por ejemplo la Constitución argentina, que si el más votado en la primera vuelta saca diez puntos de ventaja o más sobre el segundo más votado, entonces gana sin necesidad de segunda vuelta? No creo que Humala, en su Nueva Constitución, introduzca la reelección inmediata (ha jurado que no lo hará), pero sí parece probable que, pensando en su esposa Nadine el 2016, trate de pasar “la fórmula argentina” en su Nueva Constitución, de modo que si Nadine sacara 31 por ciento en la primera vuelta del 2016, y digamos Alan o Toledo sacara 20 por ciento, entonces Nadine ganaría la presidencia sin necesidad de una segunda vuelta. Y sospecho que la bancada de Toledo votaría a favor de “la enmienda argentina”, pensando en que será Toledo quien saque 31 por ciento y Nadine, 20.

En cualquier caso, supongo que Humala anunciará su Asamblea Constituyente en el discurso del 28 de julio y no me sorprendería que Toledo le dé los votos que necesita en el Congreso para convocar a elecciones para la Constituyente. El argumento de que hay que dar de baja la Constitución “fraudulenta y golpista” de Fujimori del 93 seguramente calará entre la gente entusiasmada de momento con Humala y entre la bancada de Toledo.

En un escenario ideal para sus expectativas, Humala conseguirá los 66 votos en el Congreso para convocar a elecciones para una Asamblea Constituyente en el segundo semestre de este año, luego obtendrá mayoría absoluta en esa Constituyente (si preserva o mejora su actual nivel de popularidad), enseguida hará escribir una Nueva Constitución “nacionalista” (y tal vez menos rigurosa en los requisitos para ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta) y finalmente tendrá que someter a referéndum la aprobación de esa Nueva Constitución, un referéndum que probablemente ganará, dado que a los peruanos parece gustarles cambiar de Constitución casi tanto como de Presidente.

Por el momento, y para otear el horizonte con precisión o para leer correctamente el futuro, la pregunta es: el ex presidente Toledo y sus 21 congresistas, ¿quieren una Nueva Constitución, como sin duda quieren el presidente electo Humala y sus 47 congresistas? Bueno sería saberlo.

PD. Facebook: La página de Bayly.

El señor Bayly al avisorar el futuro inmediato (28 de julio de 2011, fecha crucial en esa posibilidad) sitúa al Presidente electo,  Humala, simplemente para él,  en un contexto alambicado de negociaciones de un político trejo, inteligente,  “Constitución a su medida” proyectando a su esposa como  posible aspirante a la Primera Magistratura en el 2016, decisiones que no las tomaría y menos las pensaría un “cachaco que estudia para idiota” (Luís Rey de Castro dixit) o que apenas puede  leer lo que otros le escriben (Jaime Bayly en uno de sus programas de demolición previos al día del sufragio).

Lo anterior es anecdótico, me ha parecido bueno recordarlo.  Ya en el tema del futuro inmediato; es inevitable la alianza en el Congreso y la única alternativa es Perú Posible, ello, como dudarlo, obligará a llegar a acuerdos que NO necesariamente estarán en la hoja de ruta o en el Plan original de Gana Perú, el caradura de Alejandro Toledo defiende otros intereses, Perú Posible puede “formar dos Gabinetes” ha declarado un miembro del partido de la Chakana y desde luego con “técnicos”, sinceramente no puedo pensar en Alejandro Toledo dando su bendición al futuro imaginado por el señor Bayly que se hace la misma pregunta.

Por otro lado, es muy curioso ese futuro, el señor Bayly  prevé una nueva Constitución y con ello vía libre para cambiar de modelo de desarrollo y nos lo recuerda en cada letra de su artículo, la pregunta es: ¿Qué pretende el señor Bayly?, pienso en dos hipótesis:

1.-  Que la ciudadanía vea en él, luego del discurso del 28 de Julio, donde anunciará el incremento de la Remuneración Mínima Vital, no me cabe la menor duda,   un mentiroso más que no cumplirá ninguna otra promesa y que como todos los que han alcanzado el Sillón de la suerte se contenta con ser el segundo al mando, despertando una serie de dudas sobre la transformación del Perú, la inclusión, reformas sustantivas en el campo laboral, en las mypes, en la Administración de Justicia, el impuesto a las sobreganancias mineras y que le guste o no, deberá usar la fuerza para reprimir las protestas del pueblo, en especial los que están siendo destruidos por la contaminación y en este punto la incapacidad para que nuestra Patria deje de ser un simple alimentador y se convierta en productor.

2.-  Un encarguito de los  compradores de  conciencias para atizar el fuego y que el pueblo se convenza que ningún sistema distinto al “neoliberalismo”  asegura el crecimiento de la Nación y que poco a poco (dentro 50 años) los pobres conseguirán algunas mejorías. Su poder es tan grande que las buenas intenciones se estrellan con la penosa realidad del “poder de cambiar la mentalidad” que da el dinero.

El asunto NO es sencillo las presiones al nuevo Jefe de Estado empezaron ni bien se conoció que había vencido a la dama japonesa y que se incrementarán desde que asuma la conducción del País a las que se agregarán las que va a heredar y que permitieron su elección. Los Presidentes de Ecuador, Bolivia y Venezuela  para el señor Bayly y un vastísimo sector de los que piensan en engordar sus talegas, son jinetes apocalípticos y aliarse a ellos (el caradura de nuestro Ex - Presidente ya lo declaró) el mayor de los errores, se paralizaran las inversiones y el Perú dejará de crecer, en fin la siniestra mano de la unidad es el mayor pecado que podría cometer el nuevo Primer Mandatario. ¿ustedes que piensan?.


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