Si
seguimos apostando al mismo Pura Sangre y perdemos una y otra vez, razonable es mirar a otros competidores, “la
mesa está servida para un out sider” escriben o piensan muchos peruanos, por
eso votamos por el Ex Presidente Fujimori y volvimos a perder.
Hoy
nos gobierna un matrimonio, predominantemente femenino y ¡estamos perdiendo!,
la pregunta es: ¿por qué no hemos escogido el Pura Sangre correcto?, en mi opinión, por qué desde hace cuatro
décadas vemos las mismas caras, turnándose en el Poder y en el afán de no
repetir fracasos anteriores, elegimos al
“out sider” de turno, sin analizar sus planes, hoja de vida, relaciones, tanto
internas como externas, ni siquiera nos
atrevemos a analizarnos como un primer perfil de comparación con el que pide
nuestro voto; ¿tendrá las taras del peruano?, entre ellas, será un pendejo que sólo piensa como sacarle
la vuelta a la ley, irrespetuoso del orden, mentiroso, cuales sus resultados y
aportes en las instancias en las que se
desempeña, un lobo con piel de cordero cuya aspiración es hacerse rico
engañando y ofreciendo todo lo que queremos oír y que nunca cumplirá ¿acaso hemos pensado en su
capacidad de proponer cambios inmediatos, mediatos y a largo plazo?; Nadie
soluciona los problemas de un País en 4, 5 o 6 años en primer lugar, puede sí,
sentar bases sólidas para el desarrollo futuro, no obstante, nosotros, los
electores, exigimos cambios inmediatos, ¿hemos pensado en esos cambios, y los
comparamos, analizamos con la oferta del “out sider” o varios de ellos,
pretendiendo sentarse en el sillón de la suerte, los petulantes lo llaman el “solio
presidencial”?.
El
futuro que nos aguarda es mirar a los jóvenes, mas, nuestro análisis debe ser
muy riguroso, recuerde amable lector que, la ambición es parte indesligable de
la condición humana, sólo los que tienen vocación de Santo podrían presumir no tener tal condición; Tengan muy presente
que los jóvenes –hablo de los que cumplieron 40 años pero están muy lejos
todavía de los 60-, tienen una vida por delante, por tanto, el peligro de que
lleguen al Poder para robar es muy grande.
El
joven que más capte nuestra atención no debe ser como la mujer del César, debe
ser honesto y ejercer el poder con honradez, pero ¿cómo sabremos tal cuestión? Preguntarán,
me permito ponerles un ejemplo:
Existe
un movimiento de jóvenes, muy activo en la Red, cuyo candidato (dice que fue
elegido en un Congreso) reúne cualidades exteriores significativas, además de
joven, es ponderado, sereno, carismático, algunas de sus ideas realmente son
rescatables, una por lo menos de ejecución inmediata y la mayoría de muy pero
muy largo plazo, cuestión que demandará bases inquebrantables, sólidas y exige
el compromiso y aporte de todos, sostiene que la ciencia y la tecnología son
pilares que debemos priorizar. Sus
dirigentes, todos muy jóvenes, diría que de la generación posterior, entre 25 y
40 años.
Muy
bien, un buen candidato, sin que ello signifique “prima facie” garantía alguna
de buen gobierno, no lo son, a mi juicio, los que lo acompañan, veamos:
El
candidato fue entrevistado en una Radio capitalina, casi al finalizar la misma,
el entrevistador le pregunto sobre la tercera edad –etapa de la vida en la que
me encuentro, como también Alan García Pérez o Mario Vargas Llosa y tantísimos
otros cuya producción intelectual es de gran nivel-
Al
responder, el candidato hizo referencia a “hospicios” entre otros detalles, sin
que en ninguno de ellos mencionara la jubilación.
No
me encontré conforme con la respuesta y opiné en la Red Social “Facebook”,
criticando la omisión, unos momentos después, una joven dama del movimiento,
cuestionó el concepto que tenía de “hospicio” que, atendiendo a mi preocupación
resultaba irrelevante, como consecuencia de su intervención, compartí la
definición de “hospicio”, la joven insistió y se agregó otra dama del mismo
movimiento, abriendo un debate sobre la definición de “hospicio”, ocultando
groseramente mi verdadera preocupación, en fin, la segunda dama, en posterior
comentario, en encendidas y poco apropiadas frases me mandó a estudiar el DRAE
(Diccionario de la Real Academia Española) y que me había quedado en el siglo
XIX, ante ello, acudí al DRAE que, en
primera instancia no identifiqué por sus siglas, y compartí la definición,
confirmando la anterior y demostrando el error de estas jóvenes, ello determinó
una muy fuerte y desubicada contestación, que mereció una respuesta atono con
la falta de maneras de esa joven.
Para
mi sorpresa, uno de sus líderes apareció en escena, como moderno y gallardo
defensor de la dama y escribió lo siguiente, obvio algunas cuestiones que para
demostrar mi posición resultan innecesarias.
Le
agradezco a T'inka por haberse tomado su tiempo en responderle y le agradezco
sus comentarios a Claudia. Usted afirma que seguro tiene estas respuestas
porque la juventud es joven y además ignorante, usted se equivoca en un
aspecto, cuando acusa de ignorante al fervor de las respuestas, pero tiene
razón cuando acusa de atrevidos. Si por trabajar en la consolidación de un
partido para trabajar por el Perú somos atrevidos, entonces sí, tiene razón,
somos atrevidos, si por tener esperanza y habernos involucrado como equipo para
intervenir en la escena política para adecentarla somos atrevidos, usted tiene
razón, sí somos atrevidos. Si por ser optimistas y sentir que aún se puede
hacer mucho por nuestro país convocando a los peruanos de aquí y del mundo para
luchar por el futuro somos atrevidos, también tiene razón, sí somos atrevidos. ………sin
embargo señor Anderson, esta indignación que nos ha levantado como peruanos con
actitud cívica y con devoción por la política, no esta que a usted lo ha
desencantado sino esa que nunca debió perder su vocación de servir y trabajar
por el bienestar común, lo incluye también a usted en nuestra apuesta por el
futuro, ese futuro que está allí exigiéndonos actuar con responsabilidad para
demostrarnos como humanos que la vida en sociedad todavía es posible
respetándonos los unos a los otros. Somos atrevidos porque estamos convencidos
que no queremos un país donde las izquierdas, los centros, las derechas, los
progres o los revisionistas lo sigan destruyendo.
Y esta mi respuesta a la intervención del
alto dirigente, también he suprimido algunas líneas:
No llamaría discusión a aclarar un concepto, dicho sea de paso es
lo que menos me interesa. La discusión si así desea llamarla, la iniciaron
quienes tienen un concepto distinto del término "hospicio", mas, si
por aclarar un término que, reitero, es lo que menos me importa, se rasgan
la vestiduras, imagino que un debate de temas de fondo sería imposible, como
más adelante demuestro; sabe usted muy bien que el tema puntual de mi
comentario, no era ni de lejos el concepto de "hospicio". Cuando me
refería a "atrevido", en primera instancia, no me estaba refiriendo a
todos los jóvenes, sino a la conducta de una persona. En realidad quien está
triste es este escribidor, porque he opinado de muchos temas y lo seguiré
haciendo, con las limitaciones propias de cualquier humano, sin que, los que se
autoproclaman "salvadores de la Patria", la mayoría jóvenes, hayan
opinado para corregirme, aportar o ampliar las ideas y todavía tiene la
frescura de decirme que "estoy quitando el cuerpo". Nunca he dejado
ser político, como hubiera dicho don Alfionso Barrantes: "EL hombre es un
animal político, quien sostenga que no es político se queda con lo animal"
(más o menos, estoy recordando).
Su contestación fue, “Un fuerte abrazo señor Anderson”.
Sí este es el nivel de los jóvenes que acompañan al candidato, no nos hagamos ilusiones, éste “out
sider” SERÁ EXACTAMENTE MÁS DE LO MISMO, que Dios nos coja confesados si por ventura
alcanzan el sillón de la suerte.
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