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| William Bouguerau |
El amor que siento por tí
no se mide en risas,
tampoco en lágrimas,
no se mide en la riqueza
tampoco en la pobreza.
El amor que siento por ti
se mide en la dulzura,
también en la ternura,
se midió en la juventud,
también con el
tiempo.
El amor que siento por ti
no se mide en los reproches
por los errores que hemos cometido
se mide en el perdón
en un empezar de nuevo.
El amor que siento por ti
es un regalo, un hechizo,
un viaje al infinito mundo
de las maravillas, al sueño
disfrutado en noches de armiño
y enardecidos por el deseo.
El amor que siento por ti
no tiene cadenas,
es el camino con tus manos
apretaditas a las mías recorriendo
las dunas de la vida.
El amor que siento por ti
es el canto del corazón
cuando el manto de la noche
nos abraza y el silencio
un grito desgarrador.
El amor que siento por ti
no es un pacto, es esencia
de dos forjando los días
de luces perpetuas,
de invisible sonoridad.
El amor que siento por ti
se fundió en el sexo,
en tu mirada de niña mimada,
en la fortaleza de tus palabras,
en la inocencia de tus quimeras,
en los besos que me diste.
Guillermo Anderson Anderson
25-11-2011
Los derechos son del
ser humano.
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