
Vista de Jauja desde el cerro Huancas
"La primera capital del Perú
Carlos H. Loayza Peralta Folclorista y curador de bienes artísticos
Jauja cumple hoy, 25 de abril, 478 años de su fundación como capital del reino español en el Perú. El conquistador Francisco Pizarro Trujillo le puso el nombre original de Santa Fe de Hatun Xauxa. ¿Por qué los españoles eligieron en 1534 a este valle andino como lugar apropiado para fundar la ciudad capital? Por su clima sin igual, la hermosura de sus campos, la abundancia de productos de panllevar y su riqueza telúrica que deslumbró a los europeos.
Desde entonces se hizo famosa la frase: "¿Crees
que estás en Jauja?", para describir momentos de abundancia, felicidad y
jolgorio.
Quienes pasaban por Jauja crearon todo un imaginario
del "país de Jauja" y se creó la leyenda de un valle andino
"donde corrían ríos de leche, las noches eran iluminadas con estrellas de
diamantes y rubíes, las paredes eran de oro y plata, la gente comía en
abundancia y no tenía necesidad de trabajar".
Desde lejanos países venían a Jauja enfermos de la
tisis o tuberculosis a curarse con su clima.
En la hora más difícil de la patria, Jauja fue uno de
los bastiones de la resistencia durante la Campaña de la Breña, liderada por
nuestro héroe mariscal Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, "El brujo de los
Andes". En ella, valientes jaujinos y jaujinas ofrendaron sus vidas para
derrotar al invasor.
Sin embargo, a pesar de ser históricamente la ciudad
de la abundancia y de ser tierra de, artistas, cultores de danzas, deportes,
ciencias y humanidades, los gobiernos sucesivos se olvidaron de las glorias de
esta tierra noble con el correr del tiempo.
Aunque hay excepciones como la del arquitecto Fernando
Belaunde Terry, quien con su doctrina El Perú para los peruanos, construyó para
toda la provincia la subestación eléctrica del Mantaro dotando de este elemento
a los 34 distritos y comunidades y reinició y ejecutó la segunda etapa de
construcción del actual aeropuerto regional Francisco Carlee al servicio de
cinco regiones que hasta ahora no tienen terminales aéreos.
Hoy vivimos una nueva etapa de esperanza, gracias a la
política de inclusión social del presidente Ollanta Humala Tasso, quien ha
dispuesto la modernización de nuestro aeropuerto para darle categoría
internacional y, además, ha retomado la responsabilidad del Estado en los
campos de la salud, educación, agricultura y la construcción de carreteras.
Jauja representa, también, a nuestra esencia
pluricultural y multiétnica. No olvidemos que aquí nació la primera mestiza del
Perú, Francisca Pizarro Huaylas, allí nació la nueva nación hecha con todas las
sangres, como diría Arguedas.
No hay que olvidar, asimismo, que gran
parte de nuestras costumbres son legados europeos, como el milenario
sincretismo andino.
En Acolla, distrito de Jauja, se fundó el primer
colegio comunal Inca Garcilaso de la Vega. Este logro fue el precedente
de la creación de la Universidad Nacional del Centro, hoy con sede principal en
Huancayo, donde, incluso, existen más de seis universidades, pero, por descuido
y negligencia de las nuevas generaciones, en Jauja no existe ni siquiera un
instituto de enseñanza superior.
En salud se refleja, asimismo, la ingratitud con este
valle que antes era sinónimo de curación y ahora tiene lugares donde campea la
pobreza y muchas enfermedades que afectan sobre todo a nuestros niños.
Jauja es, también, un paraíso de las danzas folclóricas,
tiene más de una decena de coreografías incomparables y se disputa con Puno el
título de capital del folclor peruano. Sin embargo, aún se nota la ausencia del
Estado, no existe un apoyo concreto del Ministerio de Cultura para conservar y
cultivar nuestras danzas como parte fundamental de la identidad nacional.
Jauja, "pedacito de cielo", como dice
el huaino emblemático, también está llamada a convertirse en un polo turístico
gracias a sus paisajes incomparables y sus reliquias monumentales y artísticas,
sus hermosos templos y ruinas preíncas que hoy están en total abandono,
saqueados por buscadores de oro y, en otros casos, por el robo sacrílego de
pinturas de valor incalculable.
Nuestro valle es, igualmente, muy rico en agricultura,
ganadería y minería, que solo espera que sus hijos y los inversionistas
foráneos se animen a impulsar una nueva era de desarrollo sostenible con
trabajo y oportunidades para todos por igual. Eso sí, protegiendo al máximo la
pureza de sus aguas, cielo y tierra.
El pueblo de Jauja espera, también, que el Gobierno
haga cumplir nuestro viejo sueño: la universidad Nacional Hatun Xauxa. Sería el
mejor reconocimiento a la primera capital del Perú.
1 comentario:
Que pena da jauja crean mas fiestas que cresar fuentes de trabajo ,quienes ganan mas las cerveceras que crean mas borrachos y cantinas. Nuestras autoridades bien gracias
Publicar un comentario