Había terminado de comentar un trabajo que nos dejara el Catedrático de Lengua, Dr. Fabio Soto Caján, la obra que escogiera para cumplirlo fue “Herman y Dorotea”, de Johan Wolfgang Goethe, y se me ocurrieron estos versos:
Por el encuentro
fugaz con mis Ofelias,
por mi secreto día
su noche tenaz
y de alegría.
!Por mis rosas blancas!
¡Por el amor!
sendero de mi vida.
Este es el último poema que recuerdo haber escrito en mi Alma Mater, me encontraba con mi colega y hoy compadre, Manuel Horna Mendoza esperando la llegada del Catedrático (ni idea de que curso), de pronto sentí el deseo de escribir, la lucha interna que libraba realmente era intensa y no tenía el valor de resolverla, estos versos son el reflejo de lo que sentía, recuerdo incluso que una linda compañera ingresó muy alegre a preguntar algo y Manuel le dijo, ¡silencio, está inspirado!; ¡vaya inspiración!.
De nuevo estoy perdido
en la bruma siniestra de mi ignorancia,
serán éstas seguramente,
mis noches más largas.
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