Pegaré el artículo de la Dama argentina Dora Beatriz Bidou.; Una defensa a gran altura del Castellano que originó interesantes comentarios, entre ellos, un diálogo de este escribidor con un ciudadano de la hermana República Argentina que también pegaré, lamentablemente sólo puedo resumir en un par de palabras la importante opinión del ex funcionario peruano, "Incrementar el número de horas lectivas, aumento de remuneración en la base a los Maestros sin olvidar los estímulos para el ascenso y privilegiar los méritos, participación más activa de los padres que, en buena medida corresponde al concepto de una "Educación Integral" en la que participen padres, maestros alumnos y gobierno.
Me propuse escuchando, escribir sobre el tema. He aquí lo que pienso:
La comprensión de lectura es una de las mayores debilidades del alumno medio en el Perú y a su reducción apuntan los esfuerzos del Ejecutivo actual. La pregunta es: ¿Porqué si el esfuerzo conjunto aspira a mejorar la comprensión de lectura incentivándola en terminos de País, el avance no es significativo?
Lean amigos el texto siguiente y los comentarios agregados, luego les diré mi posición:
"
28/02/12 - 01:44
Dora es de esas personas que ya
no existen. Vamos de vuelta: entre tanto soñador y tanto hermano de la
somnolencia televisada, Dora no es una existidora profesional. Está bien que la
humanidad necesite espectáculo, pero con tanta sensación, imagen y materia
alrededor, maese Ari Paluch, ¿el alma seguirá siendo el sidecar del cuerpo?
Llega a nuestra casilla de
correos el mail de una señora pidiendo –en cadena– que cuidemos la lengua y la
protejamos como si los sujetos, predicados, oraciones compuestas y subordinadas
estuvieran en peligro de extinción. Greenpeace tiene a Natalia Oreiro, y el
castellano a Dora Beatriz Bidou.
“Amo mi lengua por su fabulosa
riqueza. Me eriza la piel que se use mal al hablarla y al escribirla. El
disparate, estimado, nos invade y debemos tener mucho cuidado”. Advierte que
las muletillas empobrecen y que si el idioma llegara a agonizar, “no sé cuándo
será porque no hago predicciones”, la culpa será de los educadores y los
padres.
De la advertencia al escándalo hay
un paso. Casi de casualidad asistimos a la discusión que Dora tiene con la
página 129 de un libro que no mencionaremos para evitar represalias del autor.
Primero discutirá leyéndola en voz alta y luego le pegará a la página 129 con
el revés de su mano derecha. “Los gramáticos no somos prósperos de la nada
(otro bofetón). Es importante salvar una b o una v. No es verdad lo que dice
este autor. La literatura se hace con el cuerpo, y con la lengua. El castellano
es para escribir páginas de oro. Es un idioma redondo y me ofende que la
sintaxis se desperdicie. Estoy grande e histérica, me duele el presente, pero
más me duele el futuro. A mí no me alcanza con ser una pudiente del idioma.
Para nada”.
Dora es la Eugenia de Chikoff de las
buenas costumbres del habla castellana y ni por las tapas habría que imaginar
un pasado en Filosofía y Letras, lo que la vuelve más cálida. Si le preguntás,
te habla de un pasado cercano a la salud y la enfermería. “Vengo de un palo
donde las palabras escasean. Se está vivo o se está muerto. Vengo de un idioma
muy drástico”.
Su particular búsqueda de la
belleza reside en el bombardeo de las fuerzas sintácticas, narrativas y
poéticas a través del mail. Leemos: En Primaria estudiábamos Lengua,
Matemáticas, Ciencias Naturales. En 6º de Primaria si en un examen tenías
faltas de ortografía del tipo de “b” en vez de “v” o cinco faltas de acentos,
eras candidato a repetir el grado.
Y se apena Dora porque sabe que
las palabras que usamos son insuficientes y no alcanzan para decir. Sufre a su
modo al notar que pronto no habrá veredas salvadas y que todos viviremos como
la gente; es decir, utilizando menos de 200 palabras, y así, dice, “así no se
puede expresar. Además, acuerdo con Roberto Fontanarrosa, quien solía repetir
que mala palabra era hambre. Hay que putear. Este mundo se ha vuelto demasiado
cínico e hipócrita como para arrinconar al insulto. Sin abandonar mi armadura
de Quijote, diría que el insulto se volvió necesario, lo que no quita que la
palabra boludo sea un triste tarugo compactador”.
A Dora le importan más las
palabras que los hechos. La música de las palabras. Es un personaje de novela.
“Me hice amiga de la computadora. Escribo, reenvío material, recibo textos,
dibujos, poesía. Y me manejo por instinto. Siempre escribí. Desde chiquita, y
escribía a escondidas porque la hija única no debía escribir... Podría hablarte
horas del papel en blanco...”
Entre las palomas de un balcón de
San Telmo piensa que la gramática se pierde porque tal vez no haya nada de qué
hablar. Y cuenta que mantiene un ritual exánime: charlar. “Charla, herramienta
con la que varias personas se comunican mediante frases. Soy una conversadora
nata. Sólo se domina lo que uno nomina. Por eso nos juntamos para hacer lo que
mejor nos sale: hablar. Un día te voy a invitar a esas reuniones eternas... La
escasez del idioma lleva a la escasez del pensamiento”, dirá la autora de
Diálogos en Soledad, una colección de cuentos que, implícitamente, debe sugerir
los ahogos del soliloquio.
Ktepsa –qué te pasa–, Tkm –te quiero
mucho–. “Los mensajes de texto están demoliendo a las vocales, y si las vocales
nos molestan, querido, el apocalipsis está próximo”.
Mercedes Paz · University of Illinois at
Urbana-Champaign
Cuántos conceptos equivocados en
esta nota. “Ktepsa –qué te pasa–, Tkm –te quiero mucho–. “Los mensajes de texto
están demoliendo a las vocales, y si las vocales nos molestan, querido, el
apocalipsis está próximo”.
Confundir una lengua real con la forma con la
que ésta se escribe es un error muy común entre la gente que nunca estudió
lingüística. Existen lenguas como el árabe o el hebreo que se escriben sin
vocales desde hace cientos (si no miles) de años y no parece haberles llegado
el apocalipsis ni parecen estar a punto de desaparecer.
Por otra parte, la omisión de ciertas letras
para abreviar la escritura es un recurso que no es nuevo. Los escribas, que
durante la Edad Media
y el Siglo de Oro copiaban manuscritos, solían omitir algunas vocales y
consonantes para abreviar el texto, ahorrar papel, y acelerar el proceso de
copiado. Eran convenciones para la escritura, que poca incidencia tenían sobre
la lengua real. Es decir, que al menos MIL años antes de la existencia de los
mensajes de texto, ya se recurría la escritura abreviada del español. Y eso
tampoco parece haber llevado a nuestra lengua al apocalipsis ni a la extinción.
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esta publicación · Hace 19 horas
Santiago Kalinowski · The University of Western
Ontario
Exactamente ese fue el argumento
de José Manuel Blecua, presidente de la Real Academia
Española de la Lengua ,
cuando le preguntaron acerca del tema asumiendo que era trágico y tremebundo
que se usaran abreviaturas en los mensajes de texto. Dijo que la tradición
manuscrita medieval está poblada de ejemplos del mismo recurso que hoy se usa
en los mensajes de texto (de hecho, nuestra "ñ" es el resultado de la
abreviación del dígrafo "nn"). Sería muy positivo que Clarín
entrevistara a gente como Blecua, en lugar de darle espacio a personas que
tendrán mucha buena voluntad, pero que carecen de la formación más elemental
como para poder hacer un comentario adecuado acerca de una realidad tan
compleja como la lengua.
Responder · 2 · Me gusta · Hace
18 horas
Guillermo Anderson Anderson
· Mejor comentarista · Universidad Particular
San Martin de Porres, Lima-Peru
Santiago Kalinowski muy interesante su
opinión, es más y coincido, en la complejidad de la lengua que, como es
natural, demanda si de ella en conjunto pretendemos opinar, la participación de
profesionales, sin embargo, por lo menos para mí, no se está discutiendo la
riqueza de nuestra lengua, sólo el recorte indebido de sus grafías para
expresar un pensamiento; los ejemplos que se han citado eran producto de una
necesidad e irrelevantes si deseamos confrontarlos con la realidad actual,
veamos: Si tengo 450 caracteres para enviar un mensaje, ¿que explica los tqm? o
peor aun, sustituirlos por signos como éste":)" (no tengo idea de su
significado), un poco más, los celulares tienen en su memoria "respuestas
típicas a circunstancias dadas" ¿porqué no se usan?, asimismo, este cambio
de ideas no nos limita el espacio y en las Redes sociales tampoco, muchos
permanecen conectados 2 o 3 horas y escriben con signos, vaya usted a saber que
sabiduría expresan y porque en lugar de decirle a la novia ó enamorada,
"Te amo", escriben "tqm" y agregan esos signitos o escriben
"te kello muxo", eh..., este es el punto, por muy
"elemental" que sea mi respuesta.
Responder · Me gusta · Hace 13 horas
Santiago Kalinowski · The University of Western
Ontario
Guillermo
Anderson Anderson si usted no tiene ni idea de lo que significa ":)"
tiene la plena libertad de no usarlo. El argumento de Blecua es que la lengua
no corre ningún peligro simplemente porque aparezca una nueva modalidad de uso.
Es normal que las formas de comunicarse y usar la lengua vayan cambiando con el
tiempo y con el surgimiento de nuevas tecnologías en contextos diferentes. Es
esta característica fundamental la que hace que una lengua pueda ser el
instrumento social por excelencia para la comunicación y el pensamiento a lo
largo de los milenios. En 1651, Juan de Villar (gran gramático español del s.
XVII) publica en su "Arte de la lengua española" unas líneas
escandalizándose porque la gente usaba el pronombre relativo e interrogativo
"quien" en plural. Él decía que era equivalente a decir
"alguienes". Hoy ni memoria queda de que en una época, para cierto
grupo de hablantes, era considerado incorrecto decir "¿Quiénes vienen
mañana?" El hecho de que a usted le dé la impresión de que determinado uso
(circunscrito, por otro lado, a un contexto muy particular y específico) es una
"degradación" de la lengua o que no "expresa sabiduría" no
lo hace cierto. El contexto específico de los mensajes de texto exige una inmediatez
mucho mayor para asegurar una expresión eficiente de un contenido en una
situación comunicativa concreta. Lo fascinante con estas cosas es cómo las
lenguas tienen la capacidad de adaptarse a esas situaciones nuevas que hasta
hace un par de décadas eran impensables. Así, se crean códigos novedosos
capaces de sortear la dificultad, en este caso, de que a cada tecla del
teléfono le corresponden tres o cuatro letras, lo cual hace que la mecánica de
escribir sea más difícil de lo que es con teclados completos. Así como no pasaron
al sistema ortográfico la gran mayoría de los recursos que usaban los copistas
medievales para superar las dificultades de su época (recuerde que se
abreviaban prácticamente todas las letras "m" y "n"), usted
no tiene nada que temer con respecto a que en el futuro los titulares de Clarín
o la Nación
prefieran una letra "k" en lugar del pronombre relativo
"que".
Responder · 1 · Me gusta · Hace
12 horas
Guillermo Anderson Anderson
· Comentarista destacado · Universidad
Particular San Martin de Porres, Lima-Peru
Santiago Kalinowski Siempre es importante
aprender, agradezco su respuesta, no obstante, me permito recordar que todas
las profesiones sin excepción tienen su propio lenguaje, muchas veces importado
por el avance científico y su orígen, no estoy en contra de ello y tampoco es
materia de la columna, ¿Se degradaría el idioma si Clarín ó El Comercio en el
Perú, sustituyen la palabra "que" por la letra "k", si
sucediera una vez, no tengo porque preocuparme, pero si ese uso y otros
semejantes se volvieran práctica común por años, décadas o siglos, la lengua
para los interlocutores en ese supuesto, se habría degradado (hasta donde me es
dado entender, degradar es perder importancia) "Hoy ni memoria queda de
que en una época, para cierto grupo de hablantes, era considerado incorrecto
decir "¿Quiénes vienen mañana?", claro para entonces no existiremos,
probablemente el polvo haya sucumbido a la humedad y se geste una nueva e
insospechada forma de vida. En resumen, aceptando que soy libre o no de usar
signitos, cuya finalidad es de complemento al escribir, y utilizarlos para
expresar algo, no sé, una expresión de cariño o cualquier otra, como una señal
de adecuación a la frenética velocidad en la que vivimos, me permite agradecer
al tiempo y a la finitud de la especie humana.
Responder · Me gusta · Hace 12
hora
Manuel Kenar · Buenos Aires,
Argentina
Hay que entender que el lenguaje
evoluciona. El español antiguo del Mío Cid, murió, como morirá el actual y sera
reemplazado por otro. No es ni bueno ni malo, simplemente natural.".........
MI OPINIÓN
Pienso que si deseamos incentivar la lectura y reconociendo que la tarea de cualquier gobierno es impulsar la educación integral, debemos con toda la sabiduría posible defender el Castellano; ¿que avance se puede lograr aun con todo el esfuerzo desplegado en educar si los jóvenes en sus horas libres -QUE NO SON POCAS- se conectan a Internet para jugar o comunicarse con amigos en un sistema de recorte de palabras o frases y auxiliados por signos que tienen un propósito distinto al escribir?.
¿Cómo se puede pedir que los jóvenes lean y educando con esa meta, si saliendo de las aulas todo lo aprendido se va al basurero?
Que la lengua "evoluciona" SI SEÑOR, no involuciona. Soy fiel defensor de Internet pero también pertenezco a otra generación y más aun, soy amante de lo clásico.- ¿podría un joven ACOSTUMBRADO a recortar palabras y remplazar el sentido de los signos parar expresarse, leer y entender a César Vallejo, Pablo Neruda ó Shakespeare?, ¿Podría comentar sobre esas posibles lecturas?.
La tecnología podría pienso, darnos la solución, IMPEDIR el uso de signos para fines distintos a los establecidos para escribir, IMPEDIR EL RECORTE DE LAS PALABRAS, ignoro que tan difícil será por ejemplo, que alguien escriba "tqm" y de "enter" y el sistema no responda, de manera que se vea obligado a escribirlo completo.
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