LA VENTANA

Ah, esa ventana, la he visto tantas veces en mil lugares y parece la misma, la bombilla incandescente siempre encendida, alguien se mueve en su interior, como si fuera la reyna dorotea con ajena y extraña Cimitarra en un cofre de flores cubiertas de sangre, tan diferente a las ventanas de abajo, son el oscuro sello de los sentimientos, de los amores que nunca serán, en el fondo la luz invisible de la mañana, tarda tanto que se convertirá en venganza, hay surcos que marcan el alma y dolores que no terminan de cruzar distancias.