Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce…
si hay algo en él de amargo, seré yo.
Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.
Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.
Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.
DIGO YO
Y si mi padre vive en un jardín
con las mismas flores y siempre
las vé cada ves más hermosas.
Y si mi padre vive hurgando
en la espesura y las fieras lo miran
sin preocuparse si son observadas
cada vez las ve más calladas con la
más inocente de sus miradas
Y si mi padre vive en un pedregal
cada piedra es un camino y cada
camino un nuevo despertar, camina
mientras descansa y se llenan
de truenos al caminar.
Y si mi padre vive en las orillas
del Eufrates enamorado de una
rosa negra sin edad, sus pétalos
humedecidos de arbitraria soledad,
se posan, casi obscenos en la manos
aún broncíneas por la fragua de Papa,
Si esta fuera la eternidad, me esmeraré
en saber si la amargura perturbando
tu descanso, siempre he sido yo.
cuando te visito como hoy que es viernes
y mañana lo será también.
24 de junio de 2022
Los derechos son del ser humano y de mi padre cada vez.
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