Desde las doce y treinta de la tarde y hasta las siete y treinta de la noche vi el debate por la cuestión de confianza, siete horas que pudieron resolverse en una o dos horas, pues los señores que hablaron repetían y repetían el mismo disco y/o jugaban con la interpretación del texto constitucional, por ejemplo Velazquez Quesquen mencionó los artículos 101° y 104° de la Carta Magna como argumento sustancial ¡nadie los ha leído reclamaba eufórico!, éstos cardinales reglan la facultades indelegables del Congreso a la Comisión Permanente y al Presidente de la República las que se prohibían a la Comisión Permanente QUE NADA TIENEN QUE VER CON LA CUESTIÓN DE CONFIANZA SOLICITADA Y MUCHO MENOS CON LA INICIATIVA, INICIATIVA, INICIATIVA, señor congresista, de la que hizo uso Vizcarra.
Todos los peruanos, aún los más ignorantes saben que los medios son una "cofadría alimentada y sostenida por el poder", es más, algunos de sus propietarios, forman parte del insignificante grupo que se consideran, así mismos, como DUEÑO DEL PERÚ.
Vi anoche el programa "En Voz alta" que conduce la señora que encabeza el título de esta entrada, sólo fue el reflejo de su altísimo amor por los dulces pero tan mal hecho que producen naúseas.
Citó únicamente a tres congresistas a Luz Salgado porqué mencionó el alza del Dólar y luego una parte anodina de su intervención que duraría un minuto aproximadamente, luego al congresista Narvaez y a la congresista Beteta ambos en contra de las listas paritarias e hizo una absurda comparación de la población femenina para cuestionar sus opiniones ¡no quieren que postulen mujeres! una torpeza propia y casi exclusiva de esa señora (la conductora del programa naturalmente) que de Derecho sabe tanto como un astrofísico.
NO citó los argumentos de Luz Salgado, ni del ex-cura Marco Arana DESNUDANDO la vil patraña del indio que traicionó su raza, con cara de idiota y que piensa como gringo., es decir NO piensa sólo sigue ordenes.
Ni el Decano de la Prensa Nacional hace suyo semejante libertinaje de la información aun sabiendo que la mayoría de nuestro pueblo no está educado, tampoco interesado para entender, sino para sobrevivir robando, estafando, engañando a sus propios hermanos o afectando la propiedad privada, como la réplica de los grandes ladrones que dirigen la vida de los peruanos pobres.
"Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera. Yo no sufro este dolor como católico, como mahometano ni como ateo. Hoy sufro solamente. Si no me llamase César Vallejo, también sufriría este mismo dolor. Si no fuese artista, también lo sufriría. Si no fuese hombre ni ser vivo siquiera, también lo sufriría. Si no fuese católico, ateo ni mahometano, también lo sufriría. Hoy sufro desde más abajo. Hoy sufro solamente."
Primer verso en prosa del poema "Voy a hablar de la esperanza" de CÉSAR VALLEJO.
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