Al salir del edificio en el que alquilaba uno de sus apartamentos, debía recorrer la calle hasta el paradero del Bus ubicado en su esquina para dirigirse a su centro laboral, no podía evitar, luego de cruzar las tres puertas metálicas de los negocios que en esos lugares funcionaban, pasar frente a dos jóvenes cuya presencia constante a esa hora lo inquietaba, la misma risa sibilina llegaba a sus oídos una y otra, y otra vez, no eran sus amigos, en realidad no lo era de ninguno de sus vecinos, reconocía a esos jóvenes por la fuerza de verlos.
Empezaba pues, la jornada diaria algo perturbado, ya en la empresa olvidaba el incidente, la rutina de su labor, ese día, se vio interrumpida por la inesperada visita de un viejo amigo, el conserje de la compañía se lo hizo saber. ¡Don Zenón! que gusto de verlo, ¿Pasa algo?, le invito un café respondió el visitante, como no amigo, permítame informar a mi superior.
El Restaurante de acogedor diseño interior, contaba con un ambiente propicio para charlar privadamente, dos cafés por favor ordenó Fidel, al volver la cara, Don Zenón tenía la vista fija, sus ojos expresaban maldad, con sus manos estrujaba un pañuelo blanco..."como deseo matarlo" murmuraba, Fidel quedó petrificado, intentó sobreponerse, Dooonn Zeenón, por favor, respire profundamente, cuente hasta diez, ¿Qué,... que,...? Oh, perdóname amigo, perdí contacto con la realidad, ¿Que le pasa Don Zenón?, es el dueño de la Casa donde vivo, hoy debo abonar el alquiler, ¿Está sin liquidez, interrumpió Fidel?, no,no,no, es la manera como cobra lo que perturba, es insolente, presuntuoso, discriminador, altanero son sólo unos minutos los que demoro en girar el cheque por el monto del alquiler y me entregue el recibo cancelado, abono por adelantado y nunca he estado atrazado ni siquiera un día en los cuatro años ocupando el inmueble, por eso estoy fastidiado, desearía no verlo nunca más, tenga paciencia Don Zenón, cuando las pasiones nos dominan es difícil pensar con claridad, tienes razón, terminaron el excelente Café y se despidieron, ¡Ha sido bueno hablar contigo Fidel".
Zenón se dirigió a su Casa, ¿como termino con este malestar cada inicio de mes? se preguntaba, veinte minutos después de haber llegado a su morada, sonó el timbre, tenía preparada la gaseosa que le invitaría, nunca antes le ofreció nada al abusivo y malcriado dueño de la casa, Zenón abrió la puerta, ¡Buenos días señor Arturo!, vengo por el alquiler, ¡no me gusta esperar!, Zenón intentaba controlarse, pase por favor, mientras giro el Cheque le invitaré un refresco, ¡Sea rápido, tengo que cobrar otros alquileres!, Zenón le alcanzó el vaso de gaseosa heladita, minutos después le entregó el cheque y vio que el vaso estaba vacío; ¡Aquí tiene! dijo Arturo al entregarle el recibo cancelado, el próximo mes la renta subirá, ¿Cómo?, todavía no hemos terminado el año contratado, ¡La renta subirá! ne moleste con sus quejas.
Transcurrieron varias semanas, Fidel no supo más de Zenón, como de costumbre, se dirigía al Paradero del Bus sin poder evitar la misteriosa y maléfica sonrisa, mas, esta mañana no bien la luz del Sol penetró a su dormitorio, despertó feliz, la vida hay que disfrutarla se decía, su semblante era distinto, alegre se encaminó al Paradero, no vio, por vez primera a los jóvenes de la risa sibilina, -presiento que no los volveré a ver- llegó a la empresa y dio inicio a la rutina, algún día mejorarán este viejo sistema de archivos o me encargaré de hacerlo.
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