Valeriano, sentado en la vieja mecedora familiar, reposaba luego del almuerzo, estaba próximo a cumplir ochenta años, pronto Dios me llamará, pensaba en silencio.
Ha trabajado sin descanso hasta hace diez años, merece pues olvidarse de pleitos, de políticos -ninguno honesto- no tuvo oportunidad de viajar fuera de la Patria, conoce si, algo de su tierra, sus nietos están jóvenes no tienen tiempo para Sara menos para él, Roberta la hija mayor de ambos los visita con alguna frecuencia, está por cumplir 60 años y su marido bordea los 70, también se están quedando solos, no sucede lo mismo con Sergio y Darío, las nueras los jalan donde sus suegros.
Valeriano planea llevar a Sara a un viaje de turismo por las regiones más bellas del País, ha contactado con la Agencia, diseñado el periplo que durará quince días con sus noches, sólo debe cancelar las dos últimas cuotas y...¡¡Sorpresa querida!!.
En una semana cobra su pensión, después de hacerlo se acercará a la Agencia y les pedirá adelantar el "plan" quedando pendiente el último pago, total, siempre ha sido puntual nunca se atrasó ni un día durante los últimos catorce meses, bien pueden confiar en su palabra.
Muy alegre pasó la semana, la cara que pondrá Sara cuando se lo diga, ella por el contrario, sin saber lo que le preparaba su marido, andaba muy pensativa, ¿Que te sucede cielo?, nada Valeriano, ¡estoy vieja eso es todo!.
Con el voucher en la mano de haber depositado la cuota catorce, llegó a la Agencia, ¡Buenos días!, buenos días señor Valeri..., que gusto verlo por aquí, ¿En que puedo servirlo?, Valeriano explicó el motivo, magnífico señor,...... respondió la encargada mientras buscaba algo entre los papeles, si, si, señor Valeriano, precisamente un viaje igual al que le ofrecimos, empieza en una semana, hubo una deserción y pensábamos postergarlo; caramba, ha sido una bendición el que usted llegara, no nos gusta quedar mal con nuestros clientes.
El viernes próximo los esperamos a las ocho de la mañana, ¡gracias señorita!, en buena hora señor Vale..no alcanzo a completar el nombre, Valeriano con grandes pasos, a pesar de sus años, se había alejado, ¡necesitaba ver a Sara y darle la sorpresa..
Frente a su mujer, dijo, Sara, amor, ven un minuto por favor, ¡Ay Dios! que ha sucedido querido, ¿Te han robado? Valeriano soltó una carcajada no querida, y le contó lo que había planeado, Sara lo miró con sus grandes ojos negros, ¿Que alegría me acabas de d...! y cayó abruptamente al piso, Sara!, Sara!,..corrió a la puerta ¡Por favor ayúdenme, mi esposa se ha desmayado!, gracias a la respuesta inmediata de su vecina más cercana, a los pocos minutos llegó una ambulancia trasladándola al Hospital de la Seguridad Social.......en la Unidad de Urgencias fue atendida por el Médico de guardia, la estabilizaron y dejaron en observación.
¿Algún familiar de la señora Sara..., yo!, soy su esposo!, que gusto, cuál es su nombre señor, Valeriano Doctor, bien señor Valeriano, dígame ¿su esposa ha tenido problemas con el corazón?, no Doctor nunca, ummm, ella está estable, la tenemos en observación, mañana podrá regresar a Casa, le recomiendo que obtenga una cita en Cardiología, con esta indicación se la darán para el día más cercano posible, muy bien Doctor.
Valeriano fue al área de programación, presentó la indicación y la cita se fijó para el día viernes a las ocho de la mañana,
Al día siguiente Valeriano, le consultó a su esposa ¿Que debemos hacer?, mira amor, respondió Sara, me siento bien, me emocioné demasiado con la noticia que me diste, ¡Eso ha sido todo!, no perdamos el viaje no tendremos otra oportunidad, si pasa algo habrá terminado todo para mí Sara, ¡No seas dramático! tenemos la misma edad, ¿Cuanto más podremos seguir con vida?.
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