Bicentenario ¡Que relajo de palabra!,
una musa con amarres de gitana, o
una vieja confidente de lujuriosa mirada.
son las efímeras nubes, compañeras
olvidadas de sus andanzas.
Bicentenario, no hay mucama visible
en la distancia, ni un jardín florido cuyo
perfume presagie luchas y esperanza,
sólo defecan los que
tienen podrida
el alma.
Bicentenario, es un mendaz cúmulo
de ironías y vidas acabadas, viviendo entre
huesos dorados e invencible sarcófago,
clamando por putas de oropel, salvaje milagro
de la abundancia.
José Guillermo Anderson Anderson
22-11-2020
Los derechos son del ser humano.
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