ESTA ES MI OPINIÓN
Están en el camino equivocado, NO
importa lo que digan, hagan o dejen de hacer, no se combate el fuego con fuego.
El hombre como expresión de la
naturaleza desde la edad de piedra fue claramente dominador de la mujer por su fuerza y salvajismo superior y no sólo en la edad mencionada, también en
períodos muy recientes de la Historia Universal, como en los inicios del Imperio romano, el hombre
era "dueño" de su mujer y de sus hijos.
Pero, además de dominador el hombre es PERSEGUIDOR NATURAL DE LA MUJER
y ésta por centurias se ha dejado perseguir, porque es parte de su naturaleza; Más, en la hora
actual la mujer desafía al hombre y le dice ¡¡hasta aquí no más!,
¡¡basta de este acoso!.
¿A qué recurso apelan?, al
análisis como los de la autora de
esta nota, ¿pero cómo es en la práctica cotidiana? porqué el hombre NO persigue
(entendiendo por este término, la galantería, el piropo sano y actitudes de ese
tipo) palabras, sino mujeres; Antaño bastaba ver el "tobillo" de la
mujer de sus deseos para que se deshaciera en halagos hasta poder cogerla.
¿Cómo se conduce la mujer ante tal realidad en el Siglo XXI, SE DESVISTE O SE
VISTE A MEDIAS y advierte ¡¡cuidado con sus actitudes y piropos horrorosos!!,
pero no sólo eso, no se muestra con los atributos naturales, sino que los
aumenta en una enfermiza competencia por acaparar atención masculina y la
envidia de sus pares.
En este estado de cosas pueden
destruir la vida de su compañero, sin
remordimiento alguno, que es un celoso de película y no acepta que la mujer que quiere ande poco
menos que calata por la calle, para poner un ejemplo a tono con la involución
del respeto que la mujer exige actuando en sentido absolutamente contrario a
sus aspiraciones.
Sí a la hipócrita actitud de la
mujer le agregamos la miseria del pueblo y sus múltiples necesidades, andar
medio vestida supone RETAR A LA VIOLENCIA que de pronto no se descarga contra
la calata pero sí con la pobre mujer que con el mísero dinero que le da lo
alimenta y a sus hijos, de manera insuficiente por cierto, dando inicio a la
desnutrición y anemia, aumentando aún más la frustración que con el paso de los
años se agrava, ES COMO UNA OLLA A PRESIÓN en cualquier momento explota
llevándose consigo todo lo que está a su
alrededor.
El crimen de quemar viva a una
persona es monstruoso sin importar el sexo, lo que hizo el sujeto que ha
DESTRUIDO para siempre lo que la joven
Ágreda esperaba de la vida, merece la mayor sanción, pero por
monstruosa, e incomprensible reacción a no ser aceptado por la mujer de su
deseo, justifica la hipocresía de la mujer de exigir respeto sexual QUE ESTÁN
MUY LEJOS DE MERECER.
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