https://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/patria-libro-aramburu-patricia-rio-noticia-509678
Reconciliarnos es el fondo de este artículo, no tenemos que mirarnos con odio y demos paso al diálogo como el inicio de un largo proceso en el que los peruanos en su mayoría, no miremos a los que durante más de dos siglos (una insensata, maligna, abusiva, ambiciosa, petulante, discriminadora e insignificante minoría) nos han explotado, maleducado y han contribuido para que seamos lo que hoy somos (la mayoría) incapaces de pensar -no estamos educados para ello- ni de revelarnos pues con un estornudo podríamos aplastar a esa escasa, poderosa y minúscula minoría.
Tiene mucha razón Patricia Del Río, reconciliarse exige mucho más que perdonar, es volvernos a sentar en una misma mesa con los que siempre nos han arrojado mendrugos ¡¡si se acordaban!!,, sin embargo, no acierta cuando pide alto grado de humildad, entiendo que con esta nota defiende a Lucifer Cipriani que de humilde tiene lo que un Tigre de oveja.
Humildad ¿A quién se la pide, al explotador multimillonario o al explotado empobrecido hasta las lágrimas? El último párrafo es fatalmente abrumador y la más elevada exaltación de "estados democráticos como el Perú"
"Por más que el nuevo presidente pida que cesen los odios, hay una rabia profunda que se nos ha metido en el cuerpo y que provoca que cualquier discrepancia desate guerras insólitas. Como Bittori y Miren, tal vez solo nos queda asumir cuáles son nuestros odios y rencores; y sobre la base de eso intentar vivir en sociedad sin sacarnos los ojos. Mejor sinceramos el asunto y dejamos de vendernos reconciliaciones de escaparate, que estamos lejísimos de obtener".
La historia de Bittori y Miren NO ayuda a la reconciliación a la que nunca llegaremos, por el contrario profundiza el dolor y produce el efecto contrario a lo que la hermosa Señora Del Río desea llegar, NO PODRÍA SENTARME A DIALOGAR y convivir con el ser humano que mató a mi hijo (es un ejemplo) su asesino tendría que ser HUMILDE, yo debería estar más cerca de Dios y no de mercachifles que dicen representarlo y viven como la insignificante minoría que nos ha explotado y que este moderno demonio defiende con las mismas armas de hace más de dos mil años.
Los humanos no podemos pretender representar a nuestro creador, son la receta usada para calmar la rebeldía, esa furia que si se desatara terminaría con las alimañas que han dirigido la Nación para satisfacción de sus intereses.
El párrafo (compartido) que acaban de leer pone punto final a cualquier discusión sobre el tema y al contrario de él, sostengo que al único que falta sincerarse es al poder, el odio y rencor lo acabo de describir, en consecuencia, si la hipocresía diera paso a la verdad, la guerra es la única alternativa, debemos destruir a todos los que han abusado de sus semejantes y a los íconos que representan su asquerosa vida.
NO HAY POSIBILIDAD DE RECONCILIACIÓN mucho menos cuando el Jefe de Estado dice una cosa pero en los hechos, a través de su ministros, aplica otras. "UN PERÚ JUSTO Y UNIDO" ¿haciendo las mismas cosas desde hace 200 años?.
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