domingo, 23 de diciembre de 2018

POESÍA

Escucho el verbo sabio
no al odio, inquina y malhumor,
la oscuridad los envuelve
en su añeja mortaja
resuenan como truenos en el alma.

Las manos extendidas esperan
la lluvia bienhechora, amante
de alegrías también de infortunio como
el compás del tiempo dibuja los
círculos del amor y la tiranía.

El País ha pasado sin darnos cuenta,
los caminos uniendo el Ande y los
placeres mezquinos de la Costa
han perdido su austera lozanía, sucumbieron
al egoísmo mercenario, al dolor anestesiado
por los patrones de las letras.

23-12-2018
Guillermo Anderson Anderson
Los derechos son del ser humano.

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