Los abogados somos una suerte de magos, vendemos lo que no se ve y cuando el misterio se devela y nuestro cliente conoce el resultado, nos encumbramos O nos encumbramos.
No tengo amigos, NO me interesa tenerlos, los dedos de una de mis manos bastan para contarlos, dos entrañables amigos en la Selva, uno de ellos, hace muy poco me brindó su apoyo SIN PEDIRSELO NI PEDIRME NADA A CAMBIO, en Lima uno que de vez en cuando me pide un consejo y varias veces me ha apoyado y dos bellas mujeres, Lucía en la Selva y Miryam en Lima, pero la hermosa capitalina es una chica Vip, no se relaciona con viejos que a mi edad esperan la muerte en la comodidad y calor del hogar y no como yo que VIVO rodeado de problemas.
¿Puedo trabajar?..¡¡POR SUPUESTO!!, Dios me permite conservar una gran capacidad de análisis y razonamiento, solo reconozco a un Abogado superior, don Javier Valleriestra Gonzáles Olaechea.
Me consultaran en URUBAMBA dónde no conozco a nadie pero una gran mayoría me conoce debido a mi esposa, lo dudo mucho, en una sociedad como la nuestra los prejuicios cierran todas las puertas y si añadimos la maldad con las que nos trajeron a esta pujante ciudad de la Región más representativa de la cultura peruana, poniéndome DESDE EL PRINCIPIO toda clase de trabas para ejercerla y lo siguen haciendo, basta ver al indigente mental y esposo de mi hija, de mi única hija, PORQUE mi cholito está con Dios desde hace VEINTE AÑOS y todos sus insultos, propios de un retrasado, trabajar no es posible, ESCRIBO e intento vender lo que escribo, más no es muy fácil hacerlo con el estómago vacío y enfrentando, por ahora y sabe Dios hasta cuándo, SOLO la tarea de cuidar a mi esposa PARA LA QUE NO ESTOY CALIFICADO deben hacerlo nuestra hija y su familia, siendo que por mandato Fiscal SON LOS UNICOS RESPONSABLES, agreguemos los cuasi delincuentes que trabajan como policías, jueces y fiscales y comprenderán la desoladora perspectiva que debo superar
Aunado a lo anterior la perdida de parte de mi capacidad auditiva que puede constituirse en una barrera para eventuales clientes
La maldad continúa su marcha son como los cuervos que pican la mano de quién les dió de comer Y COMO PAGO MERECEN QUE SE LES TUERZA EL PESCUEZO.
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