miércoles, 6 de septiembre de 2017

César Hildebrandt, Javier Díaz Albertini, la igualdad de género y la homosexualidad


La diversidad no es nada fácil, por Javier Díaz-Albertini


“¿Cómo explicamos los movimientos políticos que actualmente abogan por el odio, la sujeción, segregación y discriminación?”.

MI POSICIÓN

Poco importa, desde mi punto de vista, como se pretenda convencer al pueblo peruano que en las escuelas debe enseñarse la igualdad de género (traducción: hombre, mujer y homosexual) lo digan con elegancia sin olvidar adjetivizar a quienes discrepamos de esa “igualdad de género” o lo diga el “hermano de dios” motejando a todo el que discrepe como un idiota.

Propongo si realmente creen en lo que escriben QUE LO PRUEBEN,  no opinen sobre enseñar en las escuelas la “igualdad entre niños, niñas y los que no son ni una ni otra cosa, aun cuando se sienten atraídas por los de su mismo sexo”, OPINEN sobre lo que tenemos en plaza, NO sobre el caso de los niños (as) este es  un proceso para intentar comprender la desviación y con ello impulsar la depravación adulta, PERO SE NECESITA SER HOMBRE DE PRINCIPIOS PARA HACERLO y dudo mucho que el “hermano de dios” los tenga.

Visto el párrafo anterior RETO a todo aquel que esté en favor de enseñar en las escuelas  la “igualdad entre niñas, niños y homosexuales” a que expongan su posición respecto de la iniciativa que estoy proponiendo desde hace algún tiempo, las listas congresales, edilicias o regionales que presenten los partidos en un proceso eleccionario NO SERÁN ADMITIDAS si su conformación no incluye por lo menos un tercio del total de la lista de homosexuales, cualquiera sea sus manifestación de demostrarlo, y que tal condición conste de su propia declaración identificando su sexo con una “x”, los otros dos tercios como es obvio, se conformarán en partes iguales por mujeres y hombres.

Si pretenden introducir la enseñanza de que a un hombre le pueden meter el miembro viril por el poto como algo absolutamente normal entonces LEGALICEN EL ADULTERIO total comer el mismo ceviche  por mucho que nos guste nos llega a cansar y todos tienen el derecho de cambiar de menú y de casa, ahhhh, pero eso no se oye verdad señor Díaz Albertini, al “hermano de dios” no le pregunto porque es especialista en comer todo tipo de ceviche en diferentes posadas.

Si realmente son hombres que creen que enseñar una desviación es correcto y normal, NO SE CORRAN de la realidad, si faltan maricones o lesbianas para completar las listas congresales seguro estoy que habrán muchos dispuesto a marcar la “x” jejeje!!!, este es el Perú, un País de hipócritas, de figuretis, se aprovechan del trabajo de otros para presentarlos como suyos, no basta con decir soy hombre DEBE DEMOSTRARSE defendiendo en lo que creemos en todo momento y circunstancia.

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