Me gusta el Cine aunque no veo
estrenos sólo películas viejas que muchos de ustedes vieron años atrás, las hay
de todo tipo en su inmensa mayoría no
dejan nada en que pensar o nos asombran por sus efectos especiales hoy elevados
a la “n” potencia con la tecnología disponible, en su mayoría también,
representan la lucha entre el bien y el mal antes tan cristalino hoy es muy
difícil distinguirlo en la vida real, por ejemplo, la opinión de “expertos” en
“xs” materias en las que la piñata es el consumidor.
Dos películas recuerdo, para mi
inolvidables en “blanco y negro”, “Que verde era mi valle” que pueden encontrar
en este blog digitando el nombre y ¡Que bello es vivir” con James Stewart.
Ayer, 16 de noviembre de 2017 vi
un filme a color con Emily Watson muy jovencita “Caballo de Guerra”.
Esta película es un mensaje poderoso
al ser humano sobre el cual deberíamos reflexionar y no sentirnos unidos por efímeras pasiones que, en el fondo son un gran negocio.
La historia se desarrolla en un
pequeño pueblo rural inglés, meses antes del inicio y hasta el término de la primera guerra
mundial, con el nacimiento de un potrillo observado por un jovencito que siguió
su desarrollo hasta el remate anual en
la que los agricultores los adquieren para el arado de la tierra, sin embargo
el potro que tanto le gustaba al joven era mitad pura sangre, difícilmente
serviría para las labores del campo.
Llegado el día y sometido a la
puja de los interesados, el joven le pide a su padre intente comprarlo y
empieza la subasta, el señor que le alquilaba la parcela a la familia del
muchacho también quería al potro, motivando que el padre subiera su oferta hasta una cifra que
representaba todo su patrimonio efectivo y consigue adquirirlo.
La madre muy enojada le reclama
al esposo la adquisición pues el potro no cumplirá la faena que un buen
“percherón” (Caballo muy fuerte, ideal para esas labores) realizaba, pero su
hijo se compromete a enseñarle, logrando un vínculo notable entre hombre/caballo.
Tiempo después el dueño de la
parcela se acerca para cobrar el alquiler pero la familia sólo ha reunido la
mitad, el dueño todavía con la desazón de no haber adquirido el potro le otorga
un plazo para que cumpla con el 50% restante con la seguridad que no lo conseguirá
por qué el caballo jamás lograría remplazar la potencia de un percheron.
La mayoría de los jóvenes del
pueblo, excepto uno –su mejor amigo- iban para conocer el resultado del
esfuerzo, estimando que fracasaría, mas “Joey” nombre puesto por el joven al equino al ver
los esfuerzos de Abrie con el arado lo imita y logra lo que era imposible. El
padre feliz decide sembrar nabos y con su venta pagar la diferencia restante
del alquiler. Fatalmente la temporada de lluvias arruina la cosecha.
Es en esas circunstancias cuando
se anuncia el ingreso de Inglaterra a la guerra contra los alemanes, el padre
sin consentimiento de su hijo vende al potrillo a un militar (los caballos eran
importantísimos en la primera conflagración mundial) para poder pagar el
alquiler, El joven desconsolado le pide al militar que se lo devuelva que él le
pagaría su inversión, petición que le niega el militar pero le promete cuidarlo
y al final de la guerra si podía se lo devolvería.
El joven militar muere en su
primera batalla en un asalto muy mal calculado por los ingleses y el Caballo,
desde entonces transita por diferentes escenarios en manos de los alemanes.
El primero con dos jóvenes
alemanes, el mayor amante de los caballos es designado para cuidarlos y el
menor al frente de batalla (tenía catorce años) aquel toma a Joey y a un
hermoso potro negro logrando rescatar a su hermano de la columna que marchaba a
combatir, se convierten en desertores. Se ocultan en un Molino para descansar
pues tenían que cabalgar toda la noche. Ambos se quedan dormidos, son descubiertos, el jefe de la unidad ordena que los fusilen cumpliéndose la orden,
pero los caballos permanecieron escondidos, descubiertos por Emillie quién los
cuida y alimenta, vivía con su abuelo únicamente.
Al poco tiempo los alemanes
regresan y se llevan los caballos además de todo lo que producía el abuelo,
básicamente miel.
En el frente son utilizados para
arrastrar los cañones, el hermoso caballo negro no resiste y muere, Joey
intenta despertarlo sin ningún resultado, uno de los alemanes que estaba
encariñado con ambos grita a Joey ¡corre! Joey al ver que se aproximaba un
Tanque alemán y que su amigo no respondía, ¡corre!, ¡corre! Llevándose todo a
su paso incluida las alambradas que separaban las trincheras alemanas de las
inglesas quedando atrapado entre las púas de los alambres.
Un inglés advierte su presencia y
contra la orden de su superior enarbola una bandera blanca, los alemanes no
disparan, el inglés llega hasta donde Joey, el pobre animal estaba ensartado
entre las púas pero no lleva tijeras para cortar el alambre, un alemán aparece con una tijera el enemigo agradece y
de inmediato quiso cortar los alambres, el alemán le advierte que si lo hacía
como estaba pensando las púas se le clavarían en los ojos, pero necesitamos otra
tijera, ¡necesito otra tijera! Y una lluvia de tijeras llueve sobre estos dos
hombres, finalmente lo liberan.
El alemán dice el caballo es mío
porqué traje las tijeras el inglés opina lo contrario, decidámoslo con una
pelea de box el que gane se lo lleva, el inglés no me parece porque podemos
desatar otra guerra, ¿tienes una moneda pregunta?, el alemán se la entrega, el inglés gana, antes de
despedirse, el alemán le dice llévate este obsequio (algo que no puede
distinguir) para que recuerdes a Peter tu guapo amigo de Dusseldorf.
Joey muy herido e llevado a la
trinchera para que el Dr. Lo cure, aquí
cuidamos humanos, ¡llévate al caballo!, por favor Dr. Revíselo, accede
el galeno, ¡la pata no tiene curación!, mátalo y alivia su sifrimiento ordena a
un militar.
En ese improvisado hospital
estaba Abrie que se había quedado ciego temporalmente por efecto de unos gases,
como se había armado un alboroto, preguntó que sucedía, un caballo milagroso
fue rescatado del lado alemán, ¿Un caballo milagroso?, se levantó y silbó con
un sonido que sólo Joey conocía, el caballo que estaba esperando, con la cabeza gacha a
recibir el balazo, la levanta y bueno Joey se salva una vez más y se recupera
totalmente, poco tiempo después se declara el fin de la guerra.
El mando supremos del Ejército
inglés ordena que todos los caballos sean subastados entre ellos a Joey, Abrie
no tenía un solo penique y se va resignado, cuando abandona la cuadra sus
amigos lo están esperando es todo lo que hemos juntado, Sabe esto el Coronel
interrogó Abrie, el puso 10 libras pero no quiere que lo sepas.
La puja por Joey sobrepasó el
dinero que Abrie tenía y cuando todo parecía perdido, alguien gritó CIEN LIBRAS
y si ofrecen más, venderé mi granja y
ofreceré Mil Libras, cuando pudo verse el rostro del postor resultó ser el
abuelo de Emillie que con Joey sujeto se iba. Joey se suelta del anciano y se dirige dónde Abrie,
el anciano sacó un banderín ¿Sabes qué es esto?, sí era de mi padre, ¿cómo lo
consiguió?, estaba con el caballo que mi nieta cuidó y alimentó, donde está
ella, la guerra nos quitó mucho a todos él es lo único que me queda de ella. Abrie no
tuvo palabras y se despidió de Joey, el anciano lo miró y le dijo: ¡hey! Toma esto
y le entregó el banderín, muchas gracias señor y se dio media vuelta y el
caballo también estoy seguro que mi nieta hubiera querido que así fuera y se
fue. ¿Como se llamaba su nieta? Emillie se llamaba Emillie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario