Reflexionaba bien “sonrisitas” hasta que leí los dos
párrafos que siguen:
“Por último, la mejor educación es aquella que busca la comprensión
antes que la obediencia. Para combatir una discriminación que es aprendida
desde la formación de la identidad de las personas no es suficiente repetir
como borregos que “no debemos discriminar entre hombres y mujeres”, sino
entender el origen y mecanismo de esa discriminación. Para ello, debemos
distinguir el sexo de una persona y las distintas series de características que
las sociedades han asociado a lo largo de la historia a los hombres y mujeres.
Sin embargo, esto no será posible si no identificamos estas características por
su nombre: género. Resistirse a distinguir entre sexo y género, o usar la
terminología técnicamente correcta, es
negarse a aceptar que una mujer no tiene que priorizar el cuidado del hogar por
encima de su carrera por el simple hecho de ser mujer, o que un hombre
debe ser el principal sostén económico del hogar por ser hombre. Esta
reticencia evidencia el conflicto constante entre el ideal de no discriminar y
nuestras identidades construidas sobre conceptos discriminatorios. “
“Con estos “peros” podremos seguir condenando la violencia de género en
nuestras redes sociales, declaraciones públicas y conversaciones privadas, pero
la seguiremos albergando en nuestra sociedad y en nuestros hogares. Para que
esta vez sea diferente, querámoslo de verdad. Sin “peros”. “
QUE PIENSO
El artículo reconociendo la pésima educación recibida (no
dice que la actual) por el 60% de los peruanos (sería bueno saber de dónde
obtuvo esta cifra) es un alegato contradictorio a favor del exclusivo club de
mujeres bien educadas, dudo mucho que de alrededor de quince millones de
mujeres no menos de seis millones estén en las condiciones que “sonrisitas”
precisa.
El Mundo tiene un población de alrededor de siete mil
millones de humanos, el crecimiento demográfico se ha debido EXCLUSIVAMENTE a
la unión de un hombre y una mujer y sus roles, sin ser específicos se fueron
decantando asignando a cada humano una tarea a lo largo de la historia, es más,
hubo una época en que la mujer dominó y controló el desarrollo de la familia.
Esos roles, desde hace algún tiempo son cuestionados por las
féminas ¿Por qué tengo que dedicarme a lavar platos si puedo y estoy preparada
para ingresar a la Universidad y ser una brillante ingeniera? Esta pregunta no
es difícil de contestar si vemos a la mujer y al hombre sin la existencia del
sexo, al existir roles sexuales absolutamente diferentes entre hombres y mujeres
aquel engendra y ésta concibe, es imposible concebir si la mujer no ha sido
fecundada por el varón o con el líquido seminal vía la fecundación “in vitro” o
las que se usen en la actualidad.
En consecuencia, la resistencia al cambio de un mandato
natural ha avanzado lentamente así, al 60% de familias pobres en nuestra patria
(“sonrisitas” dixit) les debe importar
una cucaracha en su sopa la defensa que hace “sonrisitas” del club al que ella
pertenece, es posible incluso que tal posición cale en las mujeres humildes,
por ejemplo, la profesión de “costurera” /cuyo objeto es aportar al hogar/ sea
mal interpretado por su falta de educación dando origen a graves desencuentros
con su pareja que, como ella no está en condiciones de comprender en su exacta
dimensión la independencia que su compañera le demuestra.
Por otro lado “sonrisitas” olvida que esa “independencia”
tiene como corolario que sea otra mujer la que cuide a los hijos y realice las
tareas del hogar porqué ella debe “priorizar su carrera”. Como cereza de esta
situación debo mencionar que la plata que gana la mujer es de ella la del varón
es de los dos.
Se ha encumbrado por ejemplo a Máxima Chaupe como la mujer luchadora
y ejemplo a seguir por las féminas, lo que Máxima ha hecho es DEFENDER SU PLATA
aquí no hay sexo que valga que se utilice por intereses del club de “sonrisitas”
es otro tema.
Este profundo cambio en la concepción de los roles femenino y
masculino ha determinado entre otros aspectos el lento crecimiento de la
población mundial por lo menos en el viejo Continente y Federico Salazar en el
afán de perjudicar a la ONP nos ha vendido el cuento que el crecimiento poblacional
en el Perú se encamina a descender a un
solo hijo por pareja, sin mostrar ninguna evidencia sólida que así lo confirme.
Si a todo ello le sumamos el apoyo la hipócrita postura frente a la
homosexualidad y la barbarie que cometería el Frente Amplio de llegar al poder
apoyando sin ambages a este sector minoritario de nuestra sociedad, el futuro
no es halagüeño para el Perú.
Pienso que debemos ser claros y señalar que toda esta
revolución femenina y el apoyo a la mariconada lo único que pretende es detener
el crecimiento poblacional mundial para convertir a Estados paupérrimos como el
nuestro en proveedores de mano de obra barata cuando no esclavos por decisión
propia.
Bienvenidas sean las mujeres intelectuales su aporte no
mejorará nada pero con toda seguridad contribuirá en el desarrollo tecnológico
y científico impulsado desde siempre por los varones con honrosas excepciones, bienvenidas sean PERO QUE
NO ESTÉN DISPUESTAS A TENER HIJOS que serán encargados a otra mujer.
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