Las opiniones del colega Bernales son una estupenda oportunidad para
reafirmar mi posición sobre la importancia de MATAR a quienes violan a niños
menores de ocho años de edad. Con este fin he reproducido algunas de sus
respuestas que comentaré una por una.
“Antes de entrar a lo estrictamente jurídico, hay que pensar que la
mejor defensa para la sociedad es introducir estudios de carácter médico desde
los primeros años para determinar factores de salud mental que pudieran
corregirse a tiempo. Nadie nace malo, pero sí puede haber factores
psicológicos, sociales, económicos, etc., que pueden desviar a la persona hacia
el delito. Combatir estos actos no necesariamente tiene como mejor y único
instrumento la sanción penal, es algo que compete también a las políticas
económicas, sociales y culturales de un país. Crear patrones de conducta
destinados a obrar el bien tiene que ser de la mayor importancia y eso tiene
que ir acompañado de condiciones sociales”.
COMENTARIO
El colega Bernales sugiere para determinar a edad temprana exámenes
sicológicos que puedan revelar inclinaciones perversas considerando factores
sociológicos, económicos, (hereditarios y la actividad misma del Estado, como
política que deberán seguir los gobiernos, agrego).
En este contexto no pretendo desilusionarlo y espero que así
sea entendido (la desilusión) su pretensión primero reconoce expresamente la
enfermedad mental y NO existe pienso, que ello se pueda negar por ningún
ciudadano del Mundo, segundo demanda un cambio de 360º en las decisiones de los
administradores del País, es decir, reducir la desigualdad, la miseria, el
olvido, la explotación, los hogares que, como producto de etas carencias son
familias disfuncionales cuando no dirigidas por la madre abandonada por su
pareja, cónyuge o concubino que aunado a una pésima educación configuran en la
gran mayoría de familias peruanas una lucha implacable por sobrevivir.
El Perú vive la realidad anterior desde hace varios siglos y
por lo menos dos de la república, modificarla demandará, si fuera alcanzable
ese estado ideal NO menos de treinta años o un par de generaciones, tiempo
durante el cual todas las fuerzas vivas de una nación deben contribuir decididamente
a ese cambio, no más farándula, tv basura que sólo abonará para pervertir aún
más las mentes proclives a la perversión.
Si seguimos repitiendo como loros “no a la pena de muerte”, “el Poder
judicial se equivoca”, “No es disuasiva” y otras letanías, sin despojarnos de
nuestros mezquinos intereses y pensamos seriamente LOS PERUANOS DE HOY en
combatir la maldad que llega a niveles imposibles de reconocer en algo que se
dice “persona humana”, consientes además del camino a recorrer para modificar conductas que estará plagado de
gente para que nada cambie, debemos empezar a deshacernos de lo que no es
posible mejorar ni en el mejor de nuestros sueños, sí colega Bernales no soy
sicólogo ni menos siquiatra pero no puedo permitir que se destruya la vida de bebés de criaturas que deberían
empezar su vida y lo hacen con una afrenta que los ha demarcar para toda su
existencia y hasta es posible que ese indefenso bebé sea en el futuro un monstruo
igual o peor que el maldito que le hizo tanto daño.
El Pacto de San José tendría que ser denunciado para hacer posible la
hipotética aplicación de la pena de muerte.
Me parece francamente demasiado fácil decir que no podemos aplicar
la pena de muerte simplemente porque el Pacto de San José no nos lo permite.
¿Si lo permitiese, sí habría pena de muerte? ¿Y si no fuéramos miembros del
pacto, sí la aplicaríamos? Es un planteamiento equivocado limitar esto al campo
penal. Por supuesto que hay que aumentar las penas, por supuesto que tiene que
haber mayor severidad, pero también es cierto que los establecimientos penales
tienen que reeducar y no hacer que quien entra como delincuente primario salga
como delincuente avezado.
COMENTARIO
Nuevamente y en franca contradicción con su respuesta
anterior el colega Bernales no acierta, si su recomendación es cambiar ¿Cuál es
el objeto de aumentar las penas? Estas tampoco son disuasivas y demandan un
gasto que usted estará dispuesto a pagar
y esperar nuevos hechos tan espantosos que
si no nos conmueven y exigimos solución
rápida y definitiva nos ha de quedar demasiado grande reconocernos como la
persona humana que nos preciamos ser.
Quienes abogan por la pena de muerte sostienen que estos delincuentes
no son capaces de resocializarse.
¿Son psiquiatras, psicólogos los que dicen eso? Es un problema
integral, no podemos desconocer que hay demasiada violencia social, maltrato, y
marginación.
COMENTARIO
Los que pedimos MATAR a esos monstruos no somos sicólogos,
menos siquiatras, es más soy opuesto al aborto, pero si algo he leído sobre los
violadores es que son irrecuperables y usted mismo lo sostiene al responder la
siguiente pregunta formulada por el entrevistador, sólo que no es un contumaz únicamente es también y sobre un
enfermo irrecuperable.
¿Se equivoca el enfoque al hablar de la pena de muerte como una
solución al problema?
Para que una persona tenga temor a la pena de muerte debe tener un
mínimo de conciencia sobre la responsabilidad de sus actos y, por lo general,
el delincuente no la tiene y es un contumaz. Ahí nos estamos equivocando de
palmo a palmo.
¿Cuáles serían las consecuencias prácticas de la denuncia del Pacto de
San José?
Yo ni siquiera me pongo en ese esquema. ¿Qué quiere? ¿Que seamos
como Corea o los países más antihumanos? La humanidad ha progresado demasiado
desde los campos de concentración, desde el tratamiento médico para matar a
personas con una inyección. No podemos volver a esas épocas, hemos avanzado
demasiado en el Derecho –y la Convención de San José es uno de esos grandes
avances– para que el Perú diga: ‘No, yo me salgo porque quiero matar, ¿qué le
parece?’. Esa no es la solución. Cuando una persona es afectada en sus
derechos, cuando se le ha negado justicia y se ha agotado la instancia
nacional, tiene derecho a ir a San José; nos pondríamos en una situación de
indefensión colectiva.
COMENTARIO
¿Estaremos desprotegidos si nos alejamos de la CIDH?, ¿Cuántos
peruanos han tenido la posibilidad de acudir a la CIDH?, ¿Cuántos fallos de la
CIDH el Estado peruano ha cumplido?, ¿De qué clase de País cavernario (de las
cavernas) habla usted colega Bernales?.
Además, Javier Valle Riestra
nos informa que es posible, sin denunciar el pacto, aplicar la pena de
muerte específicamente para esos monstruos.
NO EXISTE NINGUNA JUSTIFICACIÓN DE SUS CRÍMENES (sólo de
violaciones a menores de ocho años de edad) ni la enfermedad que padecen ni sus
condiciones de vida previa, AMBAS por doscientos años de irresponsabilidad de
los administradores del País.
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