Crímenes repugnantes, por
Santiago Roncagliolo
“Resulta tentador castigar ojo
por ojo y diente por diente. Nuestro ser más primitivo quiere resolver los
problemas con el hígado”.
QUE PIENSO:
Buen artículo, en mi opinión
parte de un error de origen, comparar nuestra enferma sociedad con la de los
estadounidenses.
¿Por qué está enferma la sociedad
peruana?, citaré algunos datos que, a mi juicio la confirman:
Primero deseo dejar sentado que,
la desigualdad, miseria, explotación, abuso del poder, corrupción y robos
premeditados que se van cocinando con opiniones previas de “expertos”
adoradores del color verde NO las estoy considerando, bastarían ellas para
comprender que la comparación entre el Perú y Estados Unidos no resiste ningún
análisis.
Igualmente declaro que soy consciente
de los problemas mentales y que el desequilibrio de las personas no tiene
patria, naturalmente mientras más desigual sea una sociedad respecto de la que
se compara es obvio que ésta juega un rol gravitante en la siquis de los
humanos.
Veamos los ejemplos:
< La justificada lucha por la
igualdad entre hombres y mujeres postulando el respeto y la no violencia contra
la mujer se ha convertido en odio y búsqueda
de venganza, especialmente por las mujeres mejor educadas que, como todo en el
Perú son una insignificante minoría, bastará pea probarlo leer, oír o ver la
televisión para comprender cuanto odio y olor a venganza se percibe desde muy
lejos al ver personas como Juliana Oxenford, Milagros Leiva y otras féminas que
gozan de una tribuna en cualquiera de sus formas, quisiera excluir de esta
clasificación a la señora Patricia Del Río es demasiado inteligente para
realizar calificaciones de “blanco” o “negro”. A nada bueno nos llevará un
enfrentamiento entre humanos que se complementan por mandato natural.
< La actitud animalesca de los
limeños para abordar el transporte público a cualquier hora del día en las
avenidas donde no funcionan los buses
azules.
< Se tiene un ministerio de la
mujer….. y dentro de él un llamado Centro de Emergencia Mujer (CEM) que sólo se
hace visible cuando no existe otra alternativa, por ejemplo, si la prensa
muestra a un anciano desalojado de su casa por sus hijos y hay cientos sino
miles de casos de este tipo o semejantes que nunca son conocidos y lo peor es
que jamás se sabe cuál fue el destino de ese pobre viejo o vieja.
>Los choferes de las combis, especialmente
sus cobradores un tipejo mal educado, a veces menores de edad hacen los que le
da la gana con los pasajeros y las rutas que la unidad debe cumplir, paran
donde quieren o cuando les conviene Y NACIE se solidariza con el pasajero que
reclama.
>Los legisladores plantean
cambios a la ley electoral pero dejan en el aire el financiamiento abriendo las
puertas a la compra venta de favores.
>Los periodista se pronuncian
contra los tres años que se exigen para poder postular a las elecciones TODOS
en contra sin ningún argumento válido, son los verdes los que hablan en estas
circunstancias. Lo mismo contra la desaparición de los movimientos regionales o
distritales complemento de la ley anterior.
>Se alega, de salir del Pacto
de San José (CIDH) quedaremos desprotegidos, je,je,je, esta es la posición de
los grupos de poder, ¿Cuántos fallos de la CIDH ha cumplido el Estado peruano
dictados a favor de los más pobres que por gracia divina pudieron acudir a esa
Corte?
>Se promueve la homosexualidad
y convertir al Perú en un burdel de degenerados y muchos están de acuerdo y
cuando se pide empezar con el ejemplo (que ninguna lista congresal, regional o
local pueda participar si en ella no existe un tercio de homosexuales, TODOS
CALLAN en mil idiomas.
<Se muere un paciente en manos
de un médico o en un Hospital y NO pasa nada, entre los médicos se protegen.
>Las regiones se pelan por la
marmaja de la reconstrucción ¿Los
damnificados? ¿Qué, hay damnificados?.
Podría seguir pero los ejemplos
expuestos son más que suficientes.
La propuesta de Santiago Rocagliolo es parecida a la del abogado
Enrique Bernales, absolutamente irrealizable.
El Perú necesita muchas cosas
desde hace más de quinientos años pero nunca pasamos de la denuncia que se
pierde en un mar de mermelada verde.
Ante esta realidad permitir que
algo alguna vez reconocido como humano siga viviendo es un despropósito,
naturalmente es mi deseo como el de Bernales y Roncagliolo que nuestra sociedad
sea diferente más ese cambio demorará, sabrá lucifer, x de x años, ¿Mientras
tanto que?.
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