07.11.2017 / 05:30 am
He copiado el primero, sétimo y el
último párrafo, si bien la articulista toca un tema importante, para mí es sólo
de los dedos hacia el monitor y lo es porqué primero pone el parche y luego
desarrolla la necesidad, como una suerte de confesión y permiso a la élite “de
los que no trabajan”.
Recomendar que exista una
política contra la anemia y la desnutrición es exactamente lo mismo que el
artículo de Acuña Peralta César (habrá que ver si él lo escribió, en manos de
un plagiador cualquier escrito se vuelve dudoso) diálogo, compromiso, un cuento
tan conocido como los p0lagios de los Acuña. Nos indica la comentarista
que la mayor parte de niños con anemia y desnutrición crónica se encuentran en
las zonas alto andinas, aterradora la cifra en Puno, pero no debió ir tan lejos
en los cerros “habitados” de Lima deben existir niños y niñas desnutridos y anémicos
sino, veamos el rendimiento escolar específicamente en nuestra Capital.
El Perú sólo tendrá un futuro
mejor en la medida que extirpemos a los ladrones o los que huelen el dinero
mejor que un perro su comida, a los “expertos” sucede, por ejemplo, que el
señor Adrián Revilla es “experto” en muchos temas, el último y gracias al
Decano es el de “experto en tráfico” jejejej!! Este “experto” fue el jefe
máximo de la Sunat doble jejejej!!.
EL PERÚ NECESITA UAN REVOLUCIÓN,
pero somos un País de cobardes, una REVOLUCIÓN es dolorosa y se enfrenta a increíbles
poderes fácticos que no pararán de cuestionarla por sesenta o dieciocho años y
todavía más para que NO prospere.
El gringo viejo y su corte, la
pareja Heredia/Humala lo saben muy bien, el plagiador Acuña Peralta también y
todos los que nos han gobernado después del General Velazco Alvarado, mencionar
a la japonesa y su hermano resulta hasta repulsivo en este tema.
Pueden leer el artículo de la
señora Osterling completo dando click al enlace, por ahora leamos los párrafos
que he citado y en ese orden.
HE AQUÍ LOS MISMOS
“Qué difícil es involucrar a los ciudadanos en los grandes problemas
nacionales cuando no les afectan directamente. ¿Somos un pueblo solidario? Sí,
pero tenemos tantas dificultades propias que no queremos cargar una más y
tomamos distancia. A veces realizamos una pequeña contribución, calmamos
nuestra conciencia y nos damos a la fuga. ¡Nos falta compromiso!”
“La prevención es mucho más barata que la reparación, pero es
invisible, no da réditos políticos y por ello es tan difícil involucrar a
‘políticos profesionales’ en esta causa. ¿Cómo hacemos para que el Congreso
priorice leyes a fin de que sea mandatorio fortificar el arroz y otros
alimentos de primera necesidad con hierro? ¿Cómo hacemos para que la lucha
contra la anemia sea un tema de importancia nacional y no solo del Midis,
algunas ONG poderosas y del Programa Mundial de Alimentos (con iniciativas como
Hambre Cero Perú, que busca que el Perú sea el primer país de medianos ingresos
en erradicar la desnutrición crónica y la anemia garantizando un acceso
adecuado de alimentos y nutrientes para todos)? ¿Cómo hacemos para involucrar a
jóvenes para que se organicen y colaboren con una campaña permanente de ayuda?
¿Cómo hacemos para que toda persona con cierta capacidad adquisitiva “adopte” a
un niño por lo menos hasta los 5 años? Una verdadera solución es transversal a
todos los componentes de la sociedad, especialmente a aquellos que tienen
capacidad de convocatoria y herramientas de difusión masiva”.
“Los esfuerzos del Gobierno
no se permiten descanso. Un pequeño descuido y los nefastos índices vuelven a
crecer. No solo se trata de asistencialismo y de distribución de alimentos en
el marco de programas sociales, sino también de enseñar a optimizar los
recursos, a modificar ciertos comportamientos y que logren sostenibilidad. Sin
embargo, primero hay que entender los alcances de este concepto y sus
beneficios. Esa es la parte más complicada y retadora”.
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