Soy perseguidor de
palabras
huyendo del olvido, soy el
badajo de sangre del cencerro
colgado en el cuello de los pueblos.
Soy un diccionario incompleto
de felonías viviendo su nonagésima
primera juventud.
Soy un cofre de repuestas
un camino sin misterio, explicando
la tristeza de morir sin haber vivido,
como las mentiras desfigurando
los huesos del rostro tenebroso y
agónico de los ricos.
Soy el de hoy no el de ayer, joven
por convicción, del dolor compañero
y de la resaca su sortilegio.
José Guillermo
Anderson Anderson
04-12-2017
Los derechos son del ser humano
No hay comentarios:
Publicar un comentario