En las redes sociales, han sustituido los "alias", por "nick mame" o muñecos denominados "avatar".
El uso del sobrenombre responde, pienso, a variadas razones, por ejemplo: opinar sin que puedan corregirla o criticarla en parte: otra causa podría ser mantener en secreto parecerse personales o pagados, el miedo a expresar el pensamiento propio en un tema puntual, actitud frecuente en las escuelas y aulas universitarias.
Todo lo anterior con la "seguridad" que el anonimato les brinda bueno es lo que quieren creer.
Es tan extendida la práctico de usar apodos que no nos preocupamos por saber quién está detrás de un nombre ficticio, además, el acceso a esa información tiene un precio que sólo pueden pagar personas jurídicas i naturales muy poderosas para fines buenos o malos, más estos que aquellos.
Naturalmente tampoco me importan los apodos, sin embargo, me molesta que ni siquiera opinen, en sustitución responden con enlaces, como -es la impresión personal- si estuvieran por encima de todo y no van a perder tiempo con pataletas, lloriqueos, quejas o denuncias tontas..
Tal vez, esta forma de ser "virtual" signifique reconocimiento incontestable de inferioridad intelectual respecto de la persona a quién envía un enlace como respuesta u opinión.
El miedo y la cobardía alimentan esos espíritus débiles y de pobreza intelectual graves, están satisfechos con lo que pueden recibir a cambio o malsana postura de burla, como sea, el poder podría conservar el " anonimato" pero exigir respuestas como producto del pensamiento y no enlaces les paguen o no.
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