Es muy bueno a la vejez tener esperanzas en nuestra especie, mas, la esperanza es desmentida por la realidad TODOS LOS DÍAS, y cuando regresemos después de la "pandemia" seremos igualitos sino peores de lo que fuimos antes.
La vejez no nos puede hacer perder de vista que el dios del hombre es el dinero y creer que las empresas cambiarán para proteger el planeta, es más o menos como pensar que una Gorila parirá un Rinoceronte.
El historiador forma parte del club de Veroniká Mendoza y sólo prepara el terreno.
Si pudiéramos creer en las autoridades, deberíamos preguntarnos:
1.- ¿Por qué no se dan los nombres de los muertos?
2.- Si no se saben los nombres, ¿Cómo sabremos si los que están en bolsas negras se murieron por COVID.19 y no de Cáncer o un derrame cerebral, entre otros padecimientos?.
3.- Si hubiera esperanzas para nuestra especie, ROBAR para que otros sufran NO existiría.
4.- Si hubiera esperanza para nuestra especie, la gente pensaría y no serían borregos o los que viven bien saldrían de su zona de confort para pensar siete veces siete que no deben aspirar a triunfa con la destrucción del esfuerzo ajeno.
Por todo lo anterior, el historiador lo único que persigue es acumular agua para su Molino, pero no se da cuenta que hay muy poco que moler y lo que hay es lo que le queda de dignidad a los pobres que fatalmente no piensan pero conservan algo y reaccionan casi por instinto.
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