LA ECONOMÍA
El señor Iván Alonso el día de
ayer 26 de mayo de 2017 en “El Comercio” escribe sobre la economía y la
desmitificación del análisis que sobre ella realizó un economista francés el
año 2014, reitero una vez más mi desconocimiento en una disciplina tan compleja
en la hora actual debido a la globalización mundial y la que está unida
indisolublemente, es el sentido común el fundamento de mis opiniones.
“Piketty intenta
demostrar, como quien no quiere la cosa, que “la dinámica de la acumulación
del capital privado lleva inevitablemente a la concentración de la riqueza en
cada vez menos manos”.
Thomas Piketty (nombre del
estudioso francés) concluye lo que toda la humanidad sabe, un grupo muy pero
muy pequeño de humanos posee más del 50% de la totalidad de la riqueza
existente (sólo dinero, todo lo demás se consigue con él), el resto se
distribuye de manera tan desigual entre miles de millones de mujeres y hombres.
La fortuna de los más ricos del planeta, digamos los cinco
primeros, les permitiría a cada uno comprar un País como el nuestro, ¿valdrá el
Perú Cien mil millones de Dólares?.
Contra esta conclusión tan
primaria han surgido voces autorizadas en el mundo económico cuya aspiración es
demostrar la equivocación del economista galo. Así el señor Iván Alonso nos
explica lo que los “anti.piketty” sostienen:
Antes que afirma Piketty: “no hay ningún proceso natural,
espontáneo para prevenir que las fuerzas desestabilizadoras, desigualitarias
prevalezcan permanentemente”
Contra esta afirmación el señor
Alonso o la de los autores que le sirven de fundamento concluye:
Lo que
con esto quiere decir es que la rentabilidad del capital (r) es mayor que el
crecimiento económico (g, por “growth”). Y lo que insinúa es que la riqueza que
se transmite por herencia de generación en generación crece más rápido que la
producción y los ingresos del común de los mortales.
En principio el señor Alonso o en
quienes se apoya NO está seguro de nada, el término “insinúa” es incompatible para demostrar la equivocación de la
teoría de Thomas Piketty o de cualquier teoría.
Por otro lado, es altamente probable que la riqueza se trasmita de padres a hijos y poco probable que los hijos sean espejo de sus padres, son seres humanos y como tales poseen un cúmulo de experiencias determinantes de su comportamiento futuro, es decir, repetirán la conducta del padre, serán más benévolos y compartirán de forma más equitativa con quienes colaboran en sus empresas o inversiones y por tanto lo hacen más rico ó pueden ser peores que el padre y aquí no interesa comentario alguno.
Por otro lado, es altamente probable que la riqueza se trasmita de padres a hijos y poco probable que los hijos sean espejo de sus padres, son seres humanos y como tales poseen un cúmulo de experiencias determinantes de su comportamiento futuro, es decir, repetirán la conducta del padre, serán más benévolos y compartirán de forma más equitativa con quienes colaboran en sus empresas o inversiones y por tanto lo hacen más rico ó pueden ser peores que el padre y aquí no interesa comentario alguno.
El señor Alonso continúa: En primer lugar, su continuidad en el tiempo es un imposible
matemático. La rentabilidad del capital es sólo una parte del ingreso nacional.
Y una parte no puede crecer indefinidamente más rápido que el todo sin llegar a
ser eventualmente más grande que el todo. Para que las utilidades empresariales
sean mayores que el ingreso nacional, las rentas del trabajo tendrían que ser
negativas. Los trabajadores tendrían que pagar por trabajar, en lugar de
recibir un pago.
La selección del negocio
futbolero “matemáticamente” se puede clasificar al Mundial de Rusia 2018, jejejje!!,
LA RENTABILIDAD DEL CAPITAL es el nombre del juego, en mi concepto la
rentabilidad del capital a la que alude el señor Alonso según entiendo es la generada por el
simple transcurso del tiempo depositada para ganar intereses, pero el CAPITAL
está presente EN TODA ACTIVIDAD RENTISTA, las acciones de las empresas de la
que forma parte o las que se crean directamente por quien invierte, por lo
tanto, siempre en mi concepto, el CAPITAL no se puede dividir en partes dentro
de la economía de un País, se pueden diversificar las inversiones por sectores
por ejemplo, pero el resultado siempre comprenderá al todo, además medir el
crecimiento nacional reposa en las inversiones su resultado y la recaudación
tributaria que forma parte del CAPITAL destinado a fortalecer al Estado, no es
posible matar al caballo y pretender seguir galopando.
La realidad nos muestra lo
contrario a la posición ambigua del señor Alonso, si el Perú crece este año por
decir 2.5% la fortuna de empresarios de primera línea crecerá muchísimo más, en
lo que si acerca un poco –aspiración sin duda de satrapías como la que lidera
la japonesa K. Fujimori- es la cita que hace de los trabajadores en un escenario que el señor
Alonso desconoce como posible, falta muy poco para que un trabajador pague por
trabajar, sólo deben remitirse a los índices de pobreza publicado no sé por qué
institución (BM me parece) existen más de seis millones de peruanos que viven
con ingresos mensuales inferiores a S/. 350.00, menos de Cien Dólares por mes
al día de hoy.
El señor Alonso continúa tratando
de demostrar una realidad que para él o en quienes se respalda, sólo es una “insinuación”
de Thomas Piketty, finalizando su artículo de la siguiente manera:
Por
último, la fórmula r > g no implica nada acerca de la concentración de la
riqueza en pocas manos. Piketty asume que los “ricos” son los únicos que
tienen capital. Pero mire usted a su alrededor. Vaya a la bodega o súbase a
una combi, y pregúntese quién es el dueño del negocio y dónde vive. El
capital en el siglo XXI está más difundido, más desconcentrado de lo que
Piketty parece dispuesto a admitir. Gracias, precisamente, al capitalismo.
Bueno, después de este párrafo pienso
que he perdido mi tiempo en comentar su artículo, añadiré sí que la parte de la
población que trabaja de manera informal, estafando, falsificando, sin respetar
reglas, explotando con tanta o superior crueldad que los ricos de siempre sólo
siguen el ejemplo de éstos.
En resumen, EL CAPITAL crea tanta
riqueza como sangre y dolor genera a quienes contribuyen a crearlo sin percibir
casi nada de esos beneficios.
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