La edad que tengo es la
De los veinte, cuarenta y
Setenta no existe vejez,
La encontrarán en ojos
Ajenos presumiendo
juventud,
Con un vacío de dolor en su
Interior tan profundo como
Una gota de agua en el desierto.
La edad que tengo es la de los
Canarios, Mirlos, Águilas, Cisnes
Y la del cuervo mensajero de traición
Como de muerte.
La edad que tengo es la del
Agua bendita, de la sacristía, de la
Inocencia, de la perturbada holganza
Del poder y de la sangre derramada.
La edad que tengo es la de los vikingos,
De mis ancestros, de mi padre,
de mis nietos, del lozano amor, del
sexo perturbador y agonizante.
La edad que tengo es la de la cobardía,
Del valiente, del osado, del inconforme,
Del hipócrita vendiendo su destino
Por lentejas sin
escoger con el sabor
Amargo de la hiel.
La edad que tengo es la de los sueños
Truncos, de los amores idos, de los que
Se quedaron y los que vendrán, pero
Sobre todas las cosas es la de revolución
Del pueblo que no puede ocultar el
Sufrimiento impuesto por dos siglos
De abusos y de olvido.
10-02-2018
Guillermo Anderson Anderson
Los derechos son del ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario