El Editorial de La República de
hoy lunes 16 de enero de 2017 bajo el título “Género, ideología y naderías” y
la Columna del señor Jorge Bruce “La maldad” se ocupan como habrán deducido de
la homosexualidad y sus consecuencias inmediatas, ergo, la “curricula escolar en la ya famosa “identidad de género” y el “matrimonio” entre homosexuales al que
gustan llamar “igualitario”.
Insertaré los párrafos que más
llamaron mi atención, primero el de la columna y luego del Editorial, les
recuerdo que el señor Jorge Bruce es Sicólogo.
JORGE BRUCE
“No hay que olvidar la existencia de la maldad”. ¿Cómo así?,
me pregunté. Entonces se me hizo claro que hay un sadismo inherente a los seres
humanos, el cual no todos logramos controlar. El poder y el placer, la
embriaguez narcisista que se experimenta cuando se somete al otro denigrado y
secretamente temido, son los ingredientes de esa maldad. Ese goce consiste en
mantenerlo en ese lugar degradado que me encumbra”.
COMENTARIO
El
debate debe ser serio, aparentemente no lo es, “El fallo que reconoce un
matrimonio homosexual ha agitado un debate que debe tornarse mucho más serio”
(Editorial), en pocas palabras todo lo que han expresado los defensores de la
homosexualidad, desde lo religioso, pasando por los derechos humanos y el amor,
no pasa de ser una golondrina y media rara añadiría, porqué he comentado y
demostrado la inconsistencia de su razonamiento en todos esos campos
conceptuales y expuesto los argumentos legales que sustentan mi posición pero
ninguna persona, incluyendo colegas que están de acuerdo con el “matrimonio”
igualitario o los miembros de la comunidad homosexual, se han atrevido a
pulverizar mi posición.
Ahora,
el señor Jorge Bruce incorpora el concepto de “la maldad” que traduce en “sadismo
inherente a la especie humana”, los “supermachos” del mundo se han unido para
evitar que un grupo de “degenerados” pretenda derechos reservados exclusiva y
excluyentemente para ellos.
Esta
teoría es probable que haya sido cierta entre las décadas de los cincuenta a
los ochenta del Siglo pasado, cuando los homosexuales fueron estigmatizados, no
obstante, aun esas condiciones ningún derecho amparado por la Constitución y
todas sus leyes de desarrollo se les ha negado según sea su sexo, pero no en pleno Siglo XXI, hoy la sociedad –por
lo menos la peruana- en la que están incluidos los “supermachos” a los que
alude el señor Jorge Bruce, ha aceptado a estas personas sin reserva alguna
simple y llanamente porque su existencia no se puede negar menos impedir, lo
que todavía existe son los crímenes de odio y no tienen nada que ver con el encumbramiento
de los “supermachos”, sino con el descontento de otros homosexuales – en este caso activos- deberían
investigarse esos crímenes y realizar un trabajo estadístico que por muy
prolijo que pueda ser no los impedirá.
No
me siento superior menos inferior a cualquier ser humano y nadie que sustente
su posición en la Ley puede pensar que es superior o inferior pues, cómo habrán
colegido cumplir la ley no tiene sexo.
No
poseo el don de San Juan Pablo II (hablar idiomas) con las justas el castellano
y todavía con garabatos, y debo agregar que, en lo que a mis conocimientos
corresponde, afirmando que sólo he investigado dos países en los que se ha aprobado el “matrimonio” homosexual,
México y Colombia, es una FALSEDAD sostener que están aprobados, 19 de los 32
Estados mexicanos están en contra, más aun, el proyecto de Peña Nieto para
incorporarlo al Código Civil Federal fue rechazado en noviembre del año pasado
y en Colombia se desarrolla un debate jurídico sobre la decisión de la Corte
Constitucional (Tribunal Constitucional en Perú) de aprobar el “matrimonio”
homosexual contra el mandato explícito de la Constitución que no la autoriza
para hacerlo.
Así
pues, el sicólogo, señor Jorge Bruce debe buscar otras aplicaciones a su
teoría, por ejemplo, sentirnos superiores a un criminal y mantenerlo en prisión
sí que nos encumbra, criminales del tipo que nace de la corrupción como en el
caso Odebrecht, pero se está actuando para que ello no ocurra o aplicarla a su
concepción del análisis que hace del libro “Nos hemos choleado tanto”.
“Alberto de Belaunde lo expresó gráficamente: “A veces, antes
de dormir, me pregunto por esas personas que disfrutan sintiendo que, un día
más, impidieron la felicidad de un grupo de gente a la que se complacen en
estigmatizar como si fueran desviados, raros, enfermos”.
COMENTARIO
Le
pregunto al señor Alberto de Belaunde que pensaran las parejas heterosexuales
que viven en concubinato imperfecto, pues ellas sin matrimonio por medio viven
tan felices como cualquier mortal en capacidad de ejercicio y la mujer NO tiene ningún derecho, salvo si se probará el enriquecimiento ilícito del conviviente, más aun, este le puede dar una patada en las cuatro letras (figurativamente) vale decir la abandonará y no le pasará nada.
Cuando
se argumenta recurriendo a la compasión se pierde objetividad.
EDITORIAL
“La ciencia misma, en investigaciones diversas carentes
justamente de ideología, ha determinado que las sociedades humanas, desde
tiempos ancestrales, siempre contaron con minorías que vivieron su sexualidad
de manera distinta. Esas minorías necesitan derechos porque son constantemente
discriminadas y hasta agredidas”.
COMENTARIO
Fatalmente
la naturaleza nos hizo varones y mujeres. Las conductas y gustos hasta el
presente no sustituyen el origen biológico de la humanidad e insisto una vez
más NO existen derechos que se les niegue a los homosexuales en tanto sean
varones y mujeres, NO existe ninguna tercera posibilidad, aceptar semejante
teoría sería reconocer un imposible, equivaldría a negar la razón misma de la
existencia del homosexual que nació de un varón y una mujer.
“La inclusión de ese tema en la educación, y el considerar
nuevas formas de unión legal, camina en la dirección de evitar tal desprecio.
Es lamentable que, en ese terreno, no estemos ni siquiera en el mapa de Sudamérica,
donde junto con Paraguay, Bolivia y Venezuela no abrigamos leyes que permitan
avanzar en esta dimensión de los derechos humanos”.
COMENTARIO
NO
existe ningún derecho humano vulnerado, es una FALACIA y como no existe NO se
puede exigir derechos que la naturaleza no ha otorgado.
Cuando
un Juez debe resolver un tema que está conociendo y no existen leyes que lo
regulen, debe acudir a los principios de Derecho que inspiran el Derecho peruano y
en ausencia de estos al Derecho Natural.
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