miércoles, 11 de octubre de 2017

Fútbol=negocio=esperanzas=Perú al primer mundo.

Me gustaría estar, en lo que al negocio de patear pelota se refiere, con la mayoría pero como no lo estoy pienso que puedo ser objetivo al repasar sus beneficios a lo largo de la historia, digo beneficios en la medida que comentaristas no sólo deportivos asocian la posible clasificación al mundial de Rusia-2018 con un cambio positivo en nuestra sociedad, cambio de "mentalidad" significando ello, lo he entendido así, la transformación de una Nación profundamente desigual a una JUSTA, equitativa, con igualdad de oportunidades, donde el poder deje de mirar sus alforjas y piense en el desarrollo del Perú.

En otras disciplinas deportivas nuestros jóvenes han obtenido importantes triunfos producto de su PROPIO esfuerzo casi sin apoyo del gobierno, pero esos triunfos no unen al País, sólo los pateadores de pelota salvarán  la Patria. Una de las razones que explicarían esta suerte de "maldición gitana",  podría ser la absoluta ausencia de conocimiento de los "periodistas" deportivos de esas disciplinas, de la que se preocupan de conocer cuando un peruano obtiene  brillante triunfo internacional, que casi de inmediato olvidan pues NO es negocio y JAMÁS lo serán porqué NO se difunden, salvo entre sus escasos cultores, el deporte base no salé de ese  estadio de anomia gubernamental, el basquetbol ¿Sabe alguien como se practica y cuan difundido está? sólo por citar dos ejemplos pues si insisto en el juego y deporte de mis amores (Ajedrez) el asunto es traumático, los periodistas NO saben como se juega y NO pueden entender como dos seres humanos están sentados uno frente al otro de por medio un tablero con unas figuritas que aparentemente permanecen inmóviles por largos períodos de tiempo entre jugada y jugada, una partida entre los buenos jugadores dura NO menos de tres horas.

Nadie comprende "tan aburrido juego" PORQUE NO SE DIFUNDE porque ignoran la riqueza interior y el goce que representa jugar una partida entre 16 piezas claras contra otras tantas de color oscuro, por tanto, asumiendo contra el sentido común y la lógica elemental que los pateadores de pelota salvarán la Nación, preguntemos por sus logros.

Algunos "periodistas" viejos como yo (por edad únicamente) recurren a los archivos para recordarnos las Olimpiadas del año 1934 en la que el Perú se retiró de la competencia de patear pelota dizque por las arbitrariedades del nazismo. En 1970 quedamos OCTAVOS en el Mundial organizado por México, antes y después  me parece que fuimos campeones sudamericanos  y NO HAY NINGÚN OTRO "logro" jejeje!!! me causa mucha gracia este epíteto. Pregunta: ¿Los pateadores de pelota cambiaron la distribución de la riqueza?, ¿El Perú fue distinto después de México 70? o cuando nos clasificamos para el del 78 y luego el 82 ¿Cambió nuestra sociedad?.

A este humilde blog lo visitan, además de peruanos toda sudamérica con excepción de Paraguay y Surinam, poderosas naciones del viejo Continente y de Asia, de Äfrica no me han visitado. En las naciones cuyos ciudadanos me honran con su visita se practica el negocios de patear pelota, y la mayoría con resonantes éxitos y a ninguno de esos países se le ocurriría pensar que el patear pelota cambiará la mentalidad de su sociedad que de muy lejos son menos desiguales que la nuestra, pueden haber algunas excepciones a las cuales no me he de referir y LO MÁS IMPORTANTE, son buenos en otras disciplinas Y LAS APOYAN.

Comparto unas líneas que he escrito hace muy pocas horas sobre el negocio de los pateadores de pelota:

Veintinueve millones más uno,
como la marabunta destructora,
Iluminan con sus miradas la miseria
escondida y la  muerte adelantada,
como los cánticos  de  tormentosa
arena nubla el camino de los beduinos
en medio del Sahara,

El convite ofrecido no cuesta nada
fue impuesto sin despertar sospecha
por los ojos azules antes y después
de las neblinas poblando mares y costas
ocultando los extravíos de la apática, atávica
y poderosa Gran Bretaña.

Los Hidalgos caballeros fustigan a los aduladores
y los cascos de sus briosos corceles pisotean
las esperanzas, las lujosas espuelas amenazan
sus hijares como el resplandeciente brillo
enceguece a los asistentes al ágape.

Doblan las campanas de la románica Iglesia,
la fiesta de las miradas ha concluido
bajo las sombras de la derrota o una victoria
pírrica  de absolutamente nada.
10-10-2017
Guillermo Anderson Anderson

Los derechos son del ser humano.

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