¿Vale la pena perder el año escolar?

¿VALE LA PENA PERDER EL AÑO ESCOLAR?

Recordaba  ayer, mientras pensaba en lo que iba a escribir hoy jueves 24 de agosto de 2017, a Lucho Izusqui, periodista deportivo que acuñó la frase: “Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto” a raíz de los accidentes de tránsito que por aquellas épocas era alarmante, hoy, en esta era de la comunicación instantánea y la velocidad, los humanos pareciera que deseamos perder la vida en un minuto.

Bien, si usted amable señora, señor que vive en las provincias y distritos del Perú, por alguna razón llegara a leer estas líneas mientras calienta un poco de agua para darle a sus hijos el desayuno, NO desea que dentro de 30 o 40 años sus hijas o hijos estén igual que usted, lavando ropa, vendiendo humitas o tamales que con esfuerzo prepara y poder comprar los útiles que sus hijos necesitan para estudiar, ya porque es madre soltera, su esposo no tiene un trabajo fijo o cualquier otra razón que afecta a pobres como nosotros, los que viven en la miseria y el olvido secular de todos los gobiernos no forman parte, por decisión del poder  de nuestro País, con la esperanza de verlos crecer educados y no sufrir como ustedes debe estar de acuerdo con que nunca más se repitan los siguientes hechos:

Que ni usted ni sus hijas vean novelas que embrutecen pues, el cuento que ve le narra la historia de millonarios que padecen de las mismas taras que usted comprueba día a día en el trato con sus semejantes y por ello se consuela, no olvide que los actores son ricos y son ricos porqué usted los ve.

Que sus hijas (os) no terminen de “sicarios juveniles” o “ladronzuelos y asaltantes de personas indefensas” o que usted se tenga que prostituir para poder< alimentarlos.

Que, sus hijas no se interesen por la moda, ni siquiera por la  internacional, aquí la de nuestro terruño, pensando en los vestidos que jamás podrán comprar y seguro le pedirán dinero para tenerlo o se agenciarán la manera de tenerlo, ello significa que no están conscientes de la realidad que viven pero que  pueden cambiar

Que, no estén pegados en la cabina de internet jugando o viendo vídeos que hoy tienen el nombre de “virales” porqué los ven millones de personas mostrándonos casi siempre lo peor de la especie humana o situaciones cómicas y trágicas que NO aportan a la educación.

Que, no vean programa basura donde se da cuenta de la vida, milagros y desgracias de bailarinas, maricones y putas de todo pelaje, NO es un consuelo señora, señor a sus privaciones y angustias, ellos con toda su banalidad y superficialidad viven en barrios de ricos y usted nunca pasará del cerro donde levantó su casita.

Que, NO escuche los consejos de las o los periodistas que informan o comentan las noticias en la televisión, no son “censores” ni modernos catones, son gente que se vende al poder de turno o para enfrentarse a él, nunca olvide que entre ricos se disputan su destino y el de sus hijas (os).

Que, nunca más su compañero le pegue porqué usted le reclama dinero para alimentar a sus hijos y él no tiene para dárselo.

Que, los ricos de las regiones en que viven le sigan pagando a su compañero o a sus hijas o hijos menos de la remuneración mínima vita por trabajar doce horas diarias, nunca más debe darse tal abuso, usted y sus hijos seguirán en la pobreza y el rico de su región muy pronto pasará al congreso para decidir si usted  debe o no  comer una vez cada cinco años un buen churrasco, o una parihuela, o un espesado o un adobo de chancho.

Si  NO desea que toda esa porquería que acabo de relatar NO desea que suceda, APOYE LA HUELGA DE LOS MAESTROS, porqué un profesor bien remunerado, sin necesidades como la suya podrá realmente educar a sus hijos.

Nunca más nuestro País debe ser gobernado por los Mr. Kuczynski, ni por serranos como Mr. Toledo, Humala Tasso, o Heredia Alarcón, ni por amigos de hebreos, ni familia de plagiadores, mucho menos por los descendientes de una raza amarilla que arrastra la más oprobiosa de las conductas humanas LA TRAICIÓN.

No digo ni pienso estimada señora, señor, que será fácil, pero resignarse no es la mejor actitud.

No tengo hijos menores, muy pronto cumpliré 70 años pero tengo cinco nietos a ellos les debo mi experiencia, deseo que se eduquen, que sean leales, honestos, buenos profesionales que sirvan a la sociedad y no se enriquezcan a costas de ella, que vivan con dignidad y dignamente contribuyendo a que la desigualdad natural entre los humanos (un científico e más inteligente que un simple hombre dedicado a la limpieza pública, merece ganar más indudablemente, pero aquel que barre las calles debe VIVIR con dignidad para que sus hijas (os) puedan educarse y superarlo.

Así pues, considero DEBER FUNDAMENTAL en esta hora apoyar a los maestros hasta las últimas consecuencias, ES PREFERIBLE PERDER UN AÑO EN LA VIDA QUE LA VIDA SEA UN FRACASO.