En: La Mula.pe.
Alessandro Caviglia Marconi I Filosofía y Crítica Social
Este señor piensa en el Perú como
si estuviéramos en la Edad Media y nos cuenta la historia –totalmente extraña a
esta época- de los conservadores religiosos -una suerte de locos desfasados de
la realidad- con el único objeto de apoyar la “ideología”, “entidad” o “equidad”
de género y toda iniciativa relacionada con temas como el aborto en este
momento de nuestra vida republicana.
No cabe en mi cerebro pensar en
la homosexualidad y el rechazo a esta conducta como producto “exclusivo” de la
religión, sin duda algunas personas pueden confundir la palabra de Dios con
conductas contrarias a la naturaleza que por serlo generan oposición también
natural y espontánea.
Lo que la filosofía debería
explicarnos es: ¿Cómo enseñamos a no discriminar a los homosexuales sin abordar
con amplitud la homosexualidad? ¿Cómo
explicar el concepto homofobia como contrario al respeto y tolerancia a quien
tiene conductas y gustos diferentes sin analizar la homosexualidad?, ¿Cómo concordar
lo que supuestamente debe enseñar un profesor (tan humano como cualquiera y
sujeto a practicar conductas no apropiadas o ser un cucufato), con lo que
piensan los padres respecto de la educación de sus hijos y la opinión que
tengan respecto de conductas y gustos homosexuales?.
Todo este debate y lo que se
desea IMPONER POR LA FUERZA se desvía al tema religioso como si la conducta
homosexual y el rechazo que genera se da sólo en este ámbito cuando lo cierto
es que las ideas se discuten desde el punto de vista biológico y los roles que
la naturaleza ha dado a cada quién hombre o mujer. Los estereotipos que también
usan para defenderse me recuerdan a un abogado que por faltar la letra “c” en la
mención de una empresa que es parte del nombre correcto, ejemplo: “construtora”
siendo realmente “constructora” NO son la misma persona jurídica, tal discusión
debería eliminarse y centrarnos si igualdad se pretende, en dotar de las mismas
oportunidades a un niño (a) de un caserío en Apurímac con las que disfrutan las
niñas (os) de San Isidro.
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