“Aplica porque el amor no es solo
una emoción privada, sino también una emoción política. Uno ama a su país, ama
los elementos que marcan la identidad del mismo, pero si las cosas se hacen
bien, ama también a sus conciudadanos. Ese amor requiere ver al otro como una
persona completa. Cuando uno hace eso, en lugar de tratar al otro como un mero
objeto para afirmarse a sí mismo (el cholo, el maricón, la puta), uno empieza a
verlo como un igual cuyos sueños y expectativas, aunque distintos en contenido,
son tan humanos como los propios. Pero lograr una ciudadanía tal es una tarea
inmensa y requiere de esfuerzo permanente.”
La filosofía según entiendo es explicar la visión que tenemos
de las cosas (esta es mi definición).
“La filosofía (del latín philosophĭa, y este del griego
antiguo φιλοσοφία, «amor por la sabiduría»)1 es el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de
cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la
belleza, la mente y el lenguaje”.
“Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del
misticismo, el esoterismo, la mitología y la religión por su énfasis en los
argumentos racionales por sobre los argumentos de autoridad, y de la ciencia
porque generalmente realiza sus investigaciones de una manera no empírica, sea
mediante el análisis conceptual, los experimentos mentales, la especulación u
otros métodos a priori, aunque sin desconocer la importan,…” (Wikipedia)
Existen muchas derivaciones filosóficas según sea el pensador
que la propuso y no voy a detallar ninguna.
El autor del artículo es filósofo y teólogo al que he
criticado anteriormente pues proponía utilizar la religión para “comprender” la
curricula en lo que toca a la igualdad, identidad o cualquier palabra que
englobe el concepto “genero”, un gran pendejo este filósofo.
Muy bien pero ahora nos sale con el miedo (¡¡verdadero!! En su
entender) al que se debe combatir con amor e ideas claras poco a poco si fuera
necesario, con una diferencia importante acepta que la identidad de género
apunta a eliminar la discriminación por tener conductas y gustos afines al sexo
con el que no llegó al mundo afirmando la homosexualidad y su necesaria
discusión si lo que se pretende es eliminar la homofobia.
La homosexualidad es una conducta atada a los gustos del sexo opuesto, ciertamente
reprobada en la Biblia hace más de dos mil años.
A lo largo de dos milenios lentamente se fue dejando de lado
la espiritualidad sustituyendo todo por comodidades y deseos materiales, la
propiedad por ejemplo, que con tanto énfasis León XIII defendiera en su
Encíclica “Rerum Novarum”.
La homosexualidad, precisamente por prohibida por la Biblia
debió practicarse en secreto hasta que los homosexuales empezaron a deshinbirse
y en nuestro tiempo la conducta degeneró al punto que, en un acto de rebelión no
sólo se exhiben sino que pretenden que su conducta ACEPTADA POR LA SOCIEDAD,
acepte también los groseros disfraces utilizados como gritando al Mundo entero
¡este soy yo y exijo los mismos derechos que cualquier ciudadano común y silvestre!
Dando nacimiento a la comunidad LGTBIQ, esta última sigla significa el más alto
grado de libertinaje sexual.
El problema NO ha sido causado por los heterosexuales sino
por los mismos homosexuales lo he sostenido y sostengo, por ello precisamente es
espantoso que un hombre disfrazado de mujer porque es así como se siente,
mujer, exija un trato igual no sólo
jurídico (nunca podrán ser iguales por mucho que ladren o insulten) sino que se
enseñe en las escuelas que su conducta sea explicada (las preguntas en el salón
de clase no cesarán y estarán cargadas de desconcierto) de suerte que en 20
años todos los humanos influenciados por la enseñanza escolar y el
reconocimiento (inaceptable para mí) jurídico de sus “derechos” , nos obligue a
convivir con ellos convirtiendo a la
Nación donde se alcancen “estos logros” en un grupo de humanos que pueden
acostarse entre ellos sin ninguna distinción ni moral alguna, una Nación
poblada por bisexuales, promiscua que sólo ha de servir para ser esclavizados
por sus apetitos sexuales.
Luchemos SI, SI, SI, por la igualdad de oportunidades, por
una mejor distribución de la riqueza y que se eliminan de la faz de la tierra a
los hambreadores, explotadores, delincuentes de cuello blanco y surja un nuevo
Perú mucho más justo donde no exista la desnutrición infantil, ni la terrorista
desigualdad que atenaza todas nuestras aspiraciones y obligan a quienes no
tienen conciencia de comunidad a aplastar al que está abajo por unos reales
más.
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