El primer párrafo de este
artículo refleja la situación del Perú actual, veamos que dice Juan Claudio
Lechin sobre Venezuela, antes me pregunto por qué este escritor, ensayista, articulista
y no sé qué más, boliviano, no escribe
sobre su País natal. Leamos juntos el
párrafo en comentario:
“En las películas de cowboys, los
malos se apoderan del pueblo y liberan sus perversiones —matar y asaltar por
diversión—. Luego nos enteramos de que este recurso acompaña la existencia de
un negocio sucio. En el giro adicional, el verdadero jefe es alguien más malo y
más ruin que actúa desde las sombras. El público acepta esta estructura y se
deja llevar por la trama.”
Primero, Raúl Castro es tan visible al Mundo como
Donald Trump, ambos sometidos al escrutinio público y político de manera
recíproca en las veredas que cada quien comparte, naturalmente este Abogado
está en la que corresponde al líder cubano.
Atendiendo al razonamiento
anterior le pregunto a Lechin que piensa de su jefe y por si lo ha olvidado,
por qué no piensa en los motivos de un
grupo joven de facinerosos la mayoría con máscaras anti gas y escudos
protectores, la carne de cañón de la derecha que bajo las órdenes de un jefe
muy malo representado en el País caribeño
por un títere que los impulsa a generar violencia y destrozos esperando
que mueran para exhibir el trofeo y
reclamar a su jefe, cumplida con obediencia sus disposiciones la intervención
en Venezuela pues es inaceptable la muerte de gente “inocente”.
Me pregunto por qué Lechin no se
formula esta pregunta: ¿No saben los jóvenes impulsados a destruir que pueden
morir en el intento? O ¿Piensan que, tirar bombas “molotov”, destruir
instalaciones públicas, NECESARIAMENTE generará una respuesta igual de violenta
incluida la muerte por error en las refriegas o
han sido aleccionados o les han prometido que se yo algún beneficio
personal o familiar y agreguemos a lo anterior que, HASTA EL MOMENTO NO SE HA PROBADO QUE ESTAS
HAYAN SIDO RESPONSABILIDAD DE LAS FUERZAS REPRESORAS, los exonerará de toda
responsabilidad incluido ser considerados “héroes de la democracia”?
No le preocupa a Lechin que, no
obstante los casi cien muertos en tres meses de violencia sigan los revoltosos
(siempre jóvenes) causando un estado de zozobra en varias ciudades de Venezuela, ahhh…si…a
Lechin NO le preocupa pero le encaja a esos jóvenes, lo que el llama: “el bravo
pueblo”.
Jamás gente como este escritor
boliviano o el líder norteamericano comprenderán el significado de la palabra
REVOLUCIÓN, revolucionar señor Lechin NO es sinónimo de matar, SINO DE CAMBIOS,
pero usted fiel representante de su jefe y seguramente por convicción propia,
considera que un régimen como el actual en el Perú, donde no se necesita jefe
aunque él esté observando “entre las sombras” la calamitosa situación de mi
patria y de muchas naciones hermanas de nuestra región, es la única forma de
gobernar, de suerte que NO PUEDEN comprender que la distribución menos desigual
de la riqueza es un grito de los pobres en el medio de un puente diciendo
¡¡BASTA YA!! Y si hay que morir en el intento existe un propósito superior cuyo
fundamento es el cambio, evitarlas pasa por comprender que los ricos han
cumplido un ciclo de casi seiscientos años que finalmente terminará por grandes
que sean los lamentos de Lechin y sus iguales.
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