Escribe LUÍS ALBERTO MORENO
“Con esto no afirmo que se haya
hecho justicia en todos y cada uno de los casos de corrupción que han
trascendido a la opinión pública. Pero el hecho de que varios ex presidentes y
líderes de grandes constructoras hayan sido condenados e incluso puestos tras
rejas envía una poderosa señal al resto del mundo de que ya no somos una región
que le hace la vista gorda a la venalidad”.
QUE PIENSO
La corrupción NO data de hace
cinco años, la corrupción la encontramos en todas las culturas y en todas las
épocas.
La corrupción es producto de las
acciones del hombre de su ambición, por tanto NUNCA desaparecerá PERO, SIN
LUGAR A DUDAS, PODEMOS COMBATIRLA, por ello, cuando he tomado conocimiento de
los nombramientos del personal de confianza de los nuevos ministros, un burdo
reciclaje de funcionarios, cuando se dictan normas para favorecer al Capital
olvidando a la fuerza de trabajo, sé que todo NO ES MÁS QUE UNA PANTOMIMA, una
puesta en escena de buenas intenciones (de las que está lleno el infierno) para
el contento de una población PÉSIMAMENTE EDUCADA, otro tema del que se habla
muchísimo PERO NO SE HACE NADA para mejorarla.
Lo escrito por el autor es un
insulto a la inteligencia, a la experiencia vivida por centurias, a la
explotación, al abuso del derecho, al olvido y homenaje al desprecio que
sienten los ricos por los que no tienen nada.
Luís Alberto Moreno ha sido
funcionario internacional me parece, hoy es presidente del BID me parece.
Cuando el señor César Villanueva
se presente al Congreso –el asunto de la Cumbre y sus ridículas recomendaciones
se habrá enfriado y la vida en el Perú retomará su redomada y atroz
desigualdad- comprenderán que NADA VA A CAMBIAR, la reconstrucción del norte será
uno de los robos mejor organizados, NUNCA OLVIDEN que sólo se detectan actos de
corrupción cuando ESTOS HAN SIDO MAL HECHOS.
Hoy, en efecto, no somos una vecindad que hace la "vista gorda" al robo, hoy cerramos un ojo, el otro es más que suficiente si estamos rodeados de expertos en el encubrimiento y el engaño.
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