¿CÓMO ELEGIR EL TC?
Interesante propuesta la de Castillo que por alguna razón
que de seguro ustedes intuyen, me recuerda la fábula del "burro
flautista" y es que el profesor me parece un MEDIOCRE (esférico, para más
detalle), a quien alguien que lo estima muy poco le metió la idea de que es
presidenciable. Y no se da cuenta que juega en pared con la derecha para quitar
a la izquierda opciones de ir al ballotage. Pero, ese es otro rollo, otra
historia, distinto cantar. Hay que ser hidalgos: aquí la acertó.
Yendo al punto, la idea puede ser tomada pero solo en parte.
Hay que meterle sesos. Yo propongo un Tribunal Constitucional integrado por
siete miembros con un mandato de cinco años, con posibilidad de una sola
reelección inmediata. Tres designados y cuatro electos vía sufragio universal.
Todos deben ser abogados con no menos de 25 años de ejercicio profesional o
labor académica en la cátedra de derecho y en universidades de primer nivel,
con al menos una maestría y grado de doctor, sin sentencias condenatorias o
juicios pendientes y que no hayan ejercido funciones dirigenciales en partido
político alguno.
COMPOSICIÓN: Uno que sea designado por el Presidente de la
República con el voto aprobatorio de la mayoría de Ministros; un segundo
nombrado por la sala plena de la Corte Suprema de Justicia con votación
calificada del 66%; y el tercero, elegido por el Congreso con igual votación
del 66% y sufragio secreto. Los cuatro magistrados restantes deben ser elegidos
en elecciones generales, considerando el país como distrito electoral único
pero los abogados se presentarán en forma individual y no por listas, previo
período de tachas y observaciones durante sesenta días. Quien resulte electo
con más votos será el que presida el primer año tan alta institución, bajo el
sistema de control concentrado de constitucionalidad.
José Guillermo Anderson
Amigo Julio Fernando Injoque los humanos podemos no
compartir gustos y sentimientos, aspiraciones legìtimas que, en un análisis
sereno pueden perjudicar nuestras preferencias o simpatías, màs el momento de
concordar para unir y NO dividir YA PASÒ, primaron como es evidente e incontestable los intereses personales o el ninguneo a quièn consideramos inferior.
Lo que usted a hecho al introducir su crìtica PERJUDICA
grandemente a la persona con la cual simpatiza y no dice nada bueno de usted
que, acostumbrado a lanzar dardos cargados de ira en los debates que sostiene,
no ha desaprovechado, CON PÈSIMO CÀLCULO POLÌTICO, la buena idea del profesor
Castillo y sugiere acciones y/o modificaciones,
haciendo suya la misma, no sin antes pretender desmerecerlo ante la opiniòn pùblica.
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