martes, 16 de enero de 2018

RENATO CISNEROS - FEMINISMO UN DEBATE MUY INTERESANTE





Fundación BBVA Continental está con Gilmar Gavancho Valenzuela.
Ayer a las 15:09 ·

Yo tampoco

Una docena de amigos escritores se reúne a almorzar en un restaurante de Miraflores. Se toman una foto. Más tarde, uno de los comensales cuelga la imagen en su muro de Facebook. Los comentarios no tardan en aparecer. Todos positivos, salvo el de dos mujeres que objetan la ausencia de escritoras en esa imagen. La aclaración llega pronto por parte del titular del muro: se trata de una reunión informal, no de un congreso literario. Las comentaristas no parecen satisfechas con la respuesta.

El solo hecho de que hoy para alguien resulte machista, inadecuado o criticable que un puñado de hombres se junte a comer, o a lo que sea, es el triste indicador de que en la lucha por erradicar la desigualdad y la violencia de género —lucha imprescindible, dicho sea de paso— se ha llegado al extremo de confundir firmeza con intolerancia.

Como hombre perteneciente a una cierta generación, apoyo las causas feministas de inclusión, aplaudo sus conquistas, y trato de aportar lo mío luchando contra los vicios y taras que ha dejado en mí la huella patriarcal de mi educación social-familiar. Sin embargo, me preocupa que para visibilizar el evidente problema de la postergación de la mujer en la sociedad se eche mano de discursos radicales que, en el fondo, son muy parecidos al autoritarismo que dicen combatir. Una cosa es denunciar con justicia la discriminación o el acoso sexual y otra, muy distinta, considerar agresivo o invasivo casi cualquier gesto masculino de aproximación, o crear la ilusión gravísima de que mujeres y hombres somos, después de todo, adversarios.

Hay lugares donde se ha empezado a poner los puntos sobre las íes con tal de dejar en claro que la indignación femenina no puede ser jamás monopolio del fanatismo. Francia es un caso. El martes pasado un centenar de mujeres francesas, entre artistas e intelectuales, difundió un manifiesto —en las páginas de Le Monde— en contra del «puritanismo sexual» que, según ellas, se ha desatado en el mundo a raíz del caso Weinstein en Hollywood. En su carta abierta señalan, por ejemplo, que «la violación es un crimen, pero la seducción insistente o torpe no es un delito, ni la galantería una agresión machista».

Las firmantes aclaran que sí era necesario acabar con el abuso de poder que ciertos hombres han venido ejerciendo en sus puestos de trabajo —y en ese sentido respaldan las denuncias de cientos de mujeres que han sido víctimas reales de hostigamiento—, pero a la vez reprueban esta nueva justicia expeditiva que sanciona a hombres que son «obligados a dimitir por haber tocado una rodilla, intentado dar un beso, hablado de cosas íntimas en una cena profesional o enviado mensajes con connotaciones sexuales a una mujer que no sentía una atracción recíproca».

También critican que las denunciantes de violencia sexual consideren «traidoras» o «cómplices» a las mujeres que prefieren guardar silencio respecto de sus propias experiencias o que deciden no plegarse públicamente a movimientos del tipo #MeToo (Yo También) o #Balancetonporc (Denuncia a tu cerdo). Es lamentable, dicen, que se haya convertido a las mujeres en «pobres indefensas bajo el control de demonios falócratas». Una de las intelectuales que ha suscrito tan polémico documento es la escritora Abnousse Shalmani, quien hace unos meses publicó en un semanario francés una columna opinando que «el feminismo se ha convertido en un estalinismo con todo su arsenal: acusación, ostracismo, condena».

El debate está abierto: ¿se están desnaturalizando las relaciones entre hombres y mujeres por causa de la acción de agitadoras extremistas? ¿es el feminismo radical el único feminismo posible? ¿es machista oponerse a él? ¿cuándo es que las miradas son acogedoras y cuándo hostiles? ¿cuándo estoy siendo galante con una mujer y cuándo invasivo? ¿hay que esperar el descargo del denunciado o hay que respaldar la denuncia sin darle chance de dar su testimonio de parte? ¿toda lucha minoritaria es anárquica?

Preguntar es la mejor manera de atisbar la verdad, si acaso esta existe en un ámbito tan sensible como este. En mi caso, también es una forma de admitir mi confusión una vez que las certezas han comenzado a perderse.

#PensemosBien
Página de Renato Cisneros (RC)
La imagen puede contener: cielo, nube y crepúsculo

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Mónica Martín Rivas UN NOMBE INVENTADO, UNA CARETA, POCA CREDIBILIDAD MERECE.

Mónica Martín Rivas:  Renato, siempre me gusta lo que escribes pero en esta ocasión he de decirte que no estoy de acuerdo contigo. Ya, está bien que un grupo de amigos, todos hombres, se pueden juntar sin ninguna justificación y que esto no tiene por qué ser criticado, pero los comentarios que haces más adelante me parecen totalmente desatinados:
1. Hablas del manifiesto francés, en el que se dice que no hay ningún problema porque un hombre toque una rodilla a una mujer o intente besarla. Sí hay problema con esto, un hombre no debe tocarte ni intentar besarte si es que no ha habido un acuerdo mutuo (directo o indirecto), un tonteo, un "dar pie a...", al igual que los hombres tienen que entender que si decimos que no, es no, aunque estemos desnudas en su cama. Precisamente, las mujeres que denunciaron seguro que lo hicieron porque no dieron pie a que esos hombres le tocaran la pierna o le besaran. Te aseguro que somos muchas las mujeres a las que nos han intentado (y han logrado) tocar y/o besar sin nosotras pretenderlo.
2. Hablas de "feminismo radical". No existe grados en el feminismo. O eres feminista o no lo eres. Eso de: "Yo soy feminista pero me gusta salir con chicos que me paguen todo" o "Yo soy feminista pero mi mujer es la que cocina porque yo no sé hacer nada" no es feminismo. ¿Has oído hablar alguna vez del machismo radical? ¿Por qué entonces tiene que haber feminismo radical?
3. Afirmas ser feminista y recuerdo cuando fui a tu presentación de "Dejarás la tierra" en la Feria del Libro del año pasado. Allí, junto a Santiago Roncagliolo, hablasteis de diversos autores de Perú y de otras partes del mundo. Recuerdo que estuve atenta a cada uno de los que recomendabais y que si nombrasteis a alguna mujer, fue, como máximo, a una. Aquí sí estábamos en un "congreso literario" (como hablas tú más arriba) y parece que ninguna mujer tenía hueco en él.

Como se puede ver en los comentarios que hay en este post (feminazis, menstruación de testosterona, etc.) a Perú le queda mucho para acabar con el machismo y entender el feminismo como lo que es: la igualdad de todos, seamos del sexo que seamos.

En este blog tengo varios comentarios sobre el acoso y la violencia contra la mujer, deseo compartirlos con ustedes, a continuación sito algunos:

31 de marzo de 2012 escribí:

A propósito de la violencia contra la mujer /deben digitar “feministas”/

Lean el ejemplo –inventado- que a continuación expongo para luego, en función de él, opinar sobre la violencia contra la mujer.
“¡Juana! (se encontraba en otra habitación del pequeño departamento) el florero de cristal y las rosas que te he regalado no deben estar en el closet, ¿no te parece?, querido deseo que estén allí., pero es ilógico, ¡como se te ocurre poner un florero en el closet!, Juana se acerca y dice, ¡quiero que estén ahí!, ¿tienes algún problema?, ¡por su puesto dice Manuel!, las flores son para adornar ambientes abiertos y no para estar escondidas, ¿Qué estás pensando hija?, ¡me da la gana esconderlas!; idiota, exclama el esposo, al tiempo que levanta la mano, ¡pégame imbécil para que veas como te denuncio y te meten preso!, Manuel con la ira contenida, coge el florero y lo estrella contra la pared”.

Bien, desde hace varios años no sólo en nuestro país sino en todo el Mundo occidental se inició la lucha contra un abuso que resulta incalificable.

Lo curioso es que, por lo menos en el Perú, en lugar de disminuir las golpizas o el maltrato sicológico contra nuestras compañeras o las que lo son a medias, éstas han aumentado.

Recientemente, hemos tomado conocimiento como una mujer quemada por su compañero fallece como consecuencia de ese acto criminal y antes otro similar de desfiguración de rostro, siendo que las noticias nos informan diariamente sobre estos hechos de mayor o menor gravedad pero jamás justificables.

Se estrenan en apoyo de esa lucha inventos como el “feminicidio”, pero al agresor le importa un tuétano la espada de Damocles que pende sobre su cabeza. ¿Por qué? Veamos:

En la vida cotidiana –debe entenderse que estamos excluyendo la política o los desacuerdos entre profesionales- se suele decir: “Nunca discutas con una mujer, por mucha razón que tengas, siempre perderás”, no obstante las relaciones humanas no son tan simples y las reacciones frente a los estímulos inesperadas.

Toda la campaña contra la violencia y los mensajes que contienen, están dirigidos,  como es obvio, al público objetivo; en consecuencia, no sólo se debe escuchar, leer o ver los mensajes, es necesario procesarlos. Ese interiorizar  que la naturaleza debería proporcionarnos (el respeto mutuo) demanda que el receptor tenga un mínimo sentido común, educación de calidad y disposición para mejorar.

Tengo la suerte y a veces la desgracia de escuchar a la Terapeuta Carmen Gonzáles, para ella y debería tener razón, no estoy calificado para cuestionar como aplica su profesión, TODOS los  problemas de relaciones humanas se han gestado o incubado en la infancia, por tanto, a todos los “etiqueta” y corta con la misma tijera, en muchos casos sin siquiera escuchar el problema concreto, por ejemplo, una mujer que es abusada, maltratada por su esposo, se relaciona íntimamente con la figura de la madre maltratada y busca (la hija) un marido maltratador, de manera que, pretendo entender, las hijas que han visto sufrir a la madre en manos de su padre a quién por ese hecho guardan rencor, buscan un humano del sexo opuesto que las maltrate y oportunamente hacer con él lo que no pudieron hacerle al padre.

La sociedad peruana no está preparada para cambios cualitativos, especialmente por formación, la lucha feminista –en el  caso del problema abordado- lo ha complicado porqué en esa lucha, que se ha centrado básicamente en la ciudad, justa en su objetivo al punto que, gracias a ella la mujer citadina, hoy en día, no tiene nada que envidiar al hombre y éste mucho que reclamar si de igualdad hablamos.

Si la campaña contra la violencia que sufre la mujer no está dando el resultado esperado, lo lógico sería repensar el problema, tengo una teoría y la explico:

Es natural y exigencia por la diferencia de género que el hombre, considere, respete y trate con delicadeza a la mujer, sucede y esto viene de muy antiguo, en una discusión entre mujer y varón se cumpla el aforismo “tienes razón pero vas preso”, por lo tanto, cuando el hombre usa la fuerza bruta para que la mujer acepte que está equivocada, la sociedad reacciona contra el iracundo varón y este comportamiento ha ido degenerando dando inicio a la lucha por castigar al abusador; pero, siempre y en todos los temas que abordemos existe un pero, SÍ a la “natural” fragilidad de la mujer a quien en una discusión  se le da la razón aunque no la tenga por haber recibido un golpe o una paliza, argumentando mil y una razón que sustituya la violencia, le agregamos para impedirla una campaña con mensajes macizos de porque una mujer NO debe permitir se le maltrate, pregunto, ¿no será que la mujer está mal interpretando  la defensa que la sociedad realiza para su bienestar?

Volvamos a leer el ejemplo con el que inicié esta entrada, es un absurdo lo del florero e incluso me dirán que no es un ejemplo válido; las relaciones de pareja son de suyo más complejas que determinar donde debe ir un florero, y en ellas los desatinos de una y otra parte superan inconsistencias peores que la expuesta, luego, si la mujer por cuestión natural sabe que el varón no puede agredirla y que a ella se suma la protección de la ley, podría asumir conductas tan absurdas y aun más que la del florero y esa doble protección en lugar de calmar al varón puede producir el efecto contrario, es decir, si el sabe que tiene razón y la mujer lo amenaza con meterlo preso si le toca un pelo, de pronto tal cuestión lo encolerizará más y se ensañará con su esposa, compañera o amante.

Salvo mejor parecer.

El 19 de octubre de 2017 comenté un artículo de la hermosa señora Patricia del Río.

Patricia Del Río y Kim Kardashian

https://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/yotambien-patricia-rio-noticia-466828
El artículo que contiene el enlace precedente es un muy buen artículo de la señora Patricia Del Río, que, en mi opinión confirma lo que las propias mujeres se niegan a aceptar, el hombre es perseguidor y la mujer se deja perseguir o utiliza esa condición del varón para obtener los mayores provechos posibles.
Aliyssa Milano tan bella como la autora del comentario del enlace, en una nota que aparece en otra página del Decano del día de hoy -19 de octubre de 2017- critica la doble moral en Internet por ejemplo,  considerar inadecuado  que una mujer se fotografíe dando de amantar a sus bebés y no se escandalicen por el "increible trasero de Kim Kardashian" (Alissa Milano dixit, y estoy de acuerdo) vean sino la foto:



En estos momento está hablando con la señora Del Río en RPP una dam  -no he escuchado su nombre- hablando sobre los peligros de la mujer en un contexto más general, es decir, abarcando desde la educación, el respeto, la cultura de paz y demás temas relacionados que mientras escribo este comentario he escuchado.

Indudablemente de todo hay en este mundo y las conductas deberían cambiar pero no sólo el hombre también la propia mujer pues, como dicen "no se puede pedir que las cosas cambien si seguimos haciendo las mismas cosas",  las mujeres muy hábiles indican que se pueden vestir o desvertir como quieren y ningún hombre tiene el derecho de aprovechar esa "provocación sexual" (lo digo yo) para pasarse de la raya y realizar algunos o todos los actos que señala la señora Del Río, ésta es una defensa "enclenque" porque desconocen un hecho macizo la atracción natural del hombre por una mujer y la de esta por aquel aunque en este caso,  la euforia sólo se muestra en eventos muy concurridos, la mujer no necesita andar media calata para recibir elogios decentes del varón, mas aun, es tan "enclenque" que pueden lucir un poto tan rico como el de la foto, publicarlo en una revista PARA HOMBRES que éstos comprarán sólo para verlo.





Pienso que la SINCERIDAD de ambos es importante, pero ello estimados amigos está muy lejos de suceder, la mujer es una empresa en si misma y NO me refiero ni por asomo a la profesión más antigua del mundo, repasen todas las industrias que se crean alrededor de la mujer la inmensa mayoría relacionadas con la belleza y el atractivo físico para el hombre obviamente pero más con bienes materiales signos de poder y de atracción que las mujeres y las industrias dedicadas a ellas aprovechan muy bien.

Si nos sinceramos podrían cambiar las cosas pero es un sueño, las mujeres piden gozar de un derecho que SOLO DIOS TIENE privar de la vida a un ser humano sin siquiera considerar la opinión del hombre sin cuyo aporte NO es posible -todavía- la creación de una nueva vida, los "avances"  en cuanto a la difusión de la homosexualidad y la VIOLENCIA en la que vive el Planeta aunada a la pobreza y la desigualdad en aumento son contrarios a cualquier cambio en las relaciones hombre mujer que, en mi concepto se seguirá agravando promoviendo el regreso del matriarcado.

Otro tema que ilustra este “acoso” lo comente al raíz del proceso a un Juez americano de raza negra aspirante a Juez Supremo

El 26 de noviembre de 2017  escribí:


ANITA HILL contra CLARENCE THOMAS

Colocando la fecha o el nombre de las personas que cito aparece el comentario.

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