Lo que me duele de la decisión de Martín Vuzcarra no es la disolución misma, sino el pueblo que está con ella, no alcanzan a comprender la magnitud de esa decisión, menos aun los fundamentos (espurios) en la que sustenta la misma.
NO es posible compatriotas que, el todavía mandatario, sostenga que la Cuestión de Confianza le fue negada si el parlamento no la había debatido, en otras palabras Vizcarra se niega así mismo, como lo sostuvo Jorge Del Castillo momentos después de conocer la "disolución" siguiendo a pie juntillas la posición de los izquierdistas de papel y digo, reafirmo y sostengo que son de papel, porque ser izquierdista es cosa de hombres y mujeres con los pantalones y ovarios donde corresponden y no venderlos como viles mercachifles que nuca podrán cortar la piel sin derramar sangre.
El Congreso debate la vacancia, por lo menos es lo que espero después que se ha presentado la moción en ese sentido.
Por otro lado, tal como están las cosas en el Parlamento tienen dos opciones, esperan COMO HOMBRES que la fuerzas armadas los saquen a bayonetazos o claudican y se resignan.
En cualquier escenario le esperan horas muy duras al Perú.
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