Puede que mi concepción del
mundo y de quienes lo habitan esté totalmente equivocada o la influencia de mi
juventud y experiencias vividas me mantengan con una venda no sólo en mis ojos
también en el cerebro si acaso el pensamiento fuera posible de oscurecer, al
punto que, no haya percibido que en sociedades como la peruana conjuntamente
con el desarrollo de la humanidad proyectada en la tecnología y divertimento de la que somos
fieles seguidores o consumidores o ambos a la vez, ha determinado en sentido
inverso una involución de la sensatez, el respeto, la caridad, la solidaridad,
la lealtad, el honor, hasta convertir al ser humano poco menos que un
troglodita.
No puedo descartar que la
involución de los sentimientos y valores responda esencialmente a la miseria y
el olvido producto de la desigualdad, de suerte que, a los desposeídos de la
hora actual sólo les quede como entretenimiento saber que hay humanos en peores
condiciones de inmoralidad y materiales.
El día de ayer noche y hoy
también en los noticieros mañaneros la televisión nos informa del asesinato de
una preciosa bebé de nueve meses de nacida asfixiada por su padre; Si esa
información hubiera terminado sin añadir nada más, la piedad y el horror de
quienes eventualmente la escucharon impactaría grandemente en ellos.
La televisión hizo mucho más
que informar del horror, mostró un vídeo de la linda criatura, ingresaron a la
casa donde vivió, entrevistaron a la madre, a la tía, exhibieron el lugar donde la bebé fue asfixiada y las ropas utilizadas para ejecutar la maldad además, un vídeo del
supuesto criminal con la barriga descubierta que no se condice con la juventud
del padre y a él mismo conducido por los policías a la Comisaría.
Pienso que el encargado de
diseñar la información en cada uno de los medios pensarán que agregar a la
maldad una cuota de la inocencia destruida
contribuirá a la reducción de tan salvaje comportamiento, ojalá que la información
sobre la muerte de esa bebé no haya sido producto del pensamiento sino de la
perturbada mente de los que ordenan su difusión.
El día de ayer (15-05-2017) el
señor Jorge Bruce en su columna (Diario La República) bajo el título “Ladrillos
y condones” escribía que, en la Panamericana Sur pasando por Chilca, dos avisos
promocionando ambos materiales con mujeres medio vestidas o semi desnudas y en
el caso de los condones, la hermosa bajándose el cierre de su short a punto de
mostrar su vagina, se leía escribe Bruce, “todas llegan”. Luego reflexionó
sobre la supuesta lucha de igualdad entre machos y hembras, la violencia, el
acoso, las violaciones y el asesinato de mujeres.
Las conclusiones deberán
obtenerlas ustedes mismo amigos y amables lectores.
¿Seguirá avanzando la
involución?. ¿Estamos frente al mal en dos versiones que se complementan o alguien puede pensar que entre la nota del mal y la forma de informarlo puede identificarse el bien?.
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