Sandro Venturo – Perú 21-
28-01-2017
Es altamente instructivo como se
plantean ciertos asuntos con la idea de pasar “gato por liebre”.
Todas las personas que no
encuentran nada negativo en el nuevo currículo escolar, sin excepción, como el
caso del columnista que hoy es mi fundamento para afirmar una vez más que el currículo escolar
no sólo acelera el aprendizaje de la sexualidad con el cuento de igualdad de oportunidades y “otras” políticas transversales –siete indica la ministra del
sector- precisan que han investigado y que no existe nada parecido a la “ideología”
de género.
Por favor un poco más de respeto
por la inteligencia, ¿por qué insisten en la palabra?, es una verdadera
estupidez, cambien el nombre, pónganle el que más les guste, es absolutamente
irrelevante, DEBEMOS DEBATIR EL FONDO DE LA CURRICULA ESCOLAR.
Todos los que aprueban la nueva
curricula escolar declaran, afirman, sostienen, que no existe ninguna política de promoción de la homosexualidad o
de incentivar las relaciones sexuales en los niños. Muy bien, leamos la opinión
del señor Sandro Venturo y luego formularan sus propias preguntas si de la
lectura no han despejado sus dudas, obteniendo sus propias respuestas.
Antes les hago notar nuevamente
(leer mis comentarios a la Ley Nº 28044) que la curricula escolar vulnera
las disposiciones de la Ley Nº 28044 y en un proceso judicial cuando
existe incompatibilidad entre la ley y una norma de inferior categoría
PREVALECE LA LEY.
HE AQUÍ LA COLUMNA
El volante repartido ayer en la
inmensa marcha de este movimiento decía en una de sus caras lo siguiente:
“Detente. Entérate de lo que el Gobierno quiere hacer con nuestros niños este
2017. Se quiere enseñar que ser niño o niña es lo mismo. Tus hijos podrían
“escoger” su sexo y no ser como han nacido. Los niños y las niñas podrían usar
cualquier baño, sea de hombre o mujer. Desde el kinder se les enseñaría que
existen mucho más opciones que hombre o mujer”.
La ministra de Educación se
presentó, días antes, ante la prensa para pedirle a los padres y madres de
familia que lean el nuevo currículo nacional. Su pedido fue que quienes están
en contra del enfoque de género verifiquen por su propia cuenta si el mensaje
de las protestas como la de ayer es cierto. Lo leí nuevamente. No encontré
ninguna idea asociada a que los niños puedan “decidir su sexo” ni la necesidad
de construir baños unisex en las escuelas. Tampoco que se incentive a los niños
a tener relaciones sexuales. Entonces, ¿quiénes están promoviendo
deliberadamente esta desinformación?
Cuando leo en las redes sociales
a las personas y los líderes de opinión que rechazan al enfoque de género
(descalificándolo como ideología abominable) e intento comprender de dónde
vienen sus preocupaciones, encuentro tres motivos: el rechazo al liberalismo
civil, la bronca contra el progresismo local y la fobia al movimiento gay. En
resumen, se trata de una (legítima) ideología conservadora de la sociedad que
se opone a una ideología liberal de la sociedad. Está claro. De eso se trata la
democracia. Pero, ¿por qué este debate que tiene décadas en el mundo tiene que
suceder entre nosotros desde la manipulación de la información y la deformación
de las posturas en juego?
Seguí buscando y encontré una
interesante entrevista a Christian Rosas, un vocero de este movimiento. Un
joven articulado que fundamentaba su postura con claridad. En aquella
entrevista sostuvo que no están de acuerdo con el énfasis que el enfoque de
género pone en la lucha por la igualdad de la mujer, que bastaría con hablar de
la igualdad de los seres humanos. Ese sesgo le parece peligroso porque trae
luego otros sesgos mayores, por ejemplo, en el campo de la sexualidad. Se
trata, pues, de una razonable reacción conservadora contra una avanzada
cultural cada vez más hegemónica en el mundo que se expresa desde los
organismos de las Naciones Unidas hasta la apertura de los poderes judiciales
de sociedades tradicionales como Chile y, recientemente, el Perú.
Así que el debate ideológico,
recién comienza. Solo esperemos que sus protagonistas peleen limpio, en los
foros y en las calles, sin golpes bajos.
Esta es mi pregunta:
Por qué señor Sandro Venturo si
no encontró ninguna razón para preocuparse de que pudieran mal educar a
nuestros hijos y nietos usted escribe lo
siguiente:
“…encuentro tres motivos: el
rechazo al liberalismo civil, la bronca contra el progresismo local y la fobia
al movimiento gay.”
Es sorprendente que mencione usted
factores que “justificarían” la posición de los que estamos en contra de la
curricula escolar: “liberalismo”, “progresismo” y “fobia al homosexualismo”,
sin haber demostrado absolutamente NADA que no sea su posición a favor de la
curricula escolar.
Se rechaza, señor Venturo lo que
nos amenaza, por ejemplo, rechazamos la guerra porque ella solo deja
desgracias, no hay vencidos ni vencedores.
No se puede aceptar lo que se
desconoce (no ha expuesto un solo dato
que ampare su posición) y que gente como la titular del minedu se encarga de esconder he intentado ver y leer la famosa “curricula escolar” y ha
sido imposible.
Pero debería usted leer las
declaraciones que formula la Asesora del Viceministerio de gestión pedagógica,
señora Montané para quien NO ES NEGOCIABLE debatir sobre la ORIENTACIÓN SEXUAL.
La puede encontrar en este blog.
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