Deseaba empezar escribiendo: "Hagamos un ejercicio de la realidad que, por serla, la han vivido muchos humanos", pero entre escribir y leer noticias me topé con el comentario de la señora Patricia Del Río, sólo comparable con "UN MENSAJE A LA CONCIENCIA DEL HERMANO PABLO" y, como quiera que está relacionado con lo que deseaba escribir aquí les presento mi posición sobre la "pandemia":
Imaginemos a un hombre de 60 años que, salvo un dolor molesto en el costado izquierdo del torax, goza de perfecta salud física y mental.
Imaginemos que este hombre le intriga el dolor y decide ir a una clínica muy prestigiosa que empezó en una pequeña casa de dos pisos y hoy es un conglomerado de millonarios, ¡¡TIENE QUE SER BUENA!! piensa nuestro personaje.
Se acerca a la mencionada clínica y pide una consulta, ¡Bienvenido señor! ¿Para que especialidad?, Medicina General por favor, muy bien señor, lo derivamos al Doctor Sampietri, son Doscientos Soles por favor, ¡perfecto! paga y le indican que debe subir al tercer piso y dirigirse al consultorio 303. Cumpliendo la indicación, nuestro imaginario enfermo, llega al consultorio 303, toma asiento y se disponía a leer la última Edición de una famosa revista, cuando una agraciadísima enfermera /tan linda como Patricia Del Río, le dice, señor....el Doctor Sampietri lo recibirá en este momento, se levanta de un salto, en dos pasos está en la puerta del Consultorio, ¡¡Adelante mi amigo!!, el enfermo traspone el umbral e ingresa al consultorio en el que se respira lujo, el Médico le extiende la mano morena muy bien cuidada con una amplia sonrisa en el rostro, Tome asiento por favor, ¿En que puedo ayudarlo? el señor... le explica el problema mientras el Médico muy concentrado anota algo en una pequeña libreta,.....uhmmmmm, muy bien, por favor puede usted recostarse en la Camilla con los pies dirigidos hacia la puerta, obedece el requerido y el Médico empieza su examen, palpa el torax, especialmente la zona hepática, unos toquecitos en la espalda, bien señor, por favor tome asiento, le toma la presión, revisa los ojos, en fin, imaginemos que todo lo anterior es correcto (no soy médico), tome asiento, por favor, el Doctor, ya no tiene la amplia sonrisa con la que lo recibió, con el rostro serio, le dice: "Señor he detectado que el dolor que usted me refiere está relacionado especialmente con el hígado pero compromete al baso y al propio estómago, también su ritmo cardíaco no está bien y es indispensable realizarle un fondo de ojo, y su presión, especialmente la baja puede comprometer la llegada de oxigeno al cerebro.
Estoy disponiendo que le hagan una Tomografía Axial al Cerebro, Resonancia Magnética al Hígado un Fondo de ojos y un electro cardiograma, además de los análisis de sangre correspondientes.
Por favor mi secretaria le tiene preparada las fechas de los exámenes, ¡muchas gracias por haber venido y cuídese por favor!.
Nuestro enfermo sumamente deprimido siente que la "Parca" lo llama, la enfermera al verlo en ese estado, le dice, ¡No se preocupe señor! todo estará bien, el Dr. Sampietri es una eminencia.
Realizados los exámenes, al cabo de una semana regresa donde el Dr. Sampietri, y bueno, le confirma que padece una rarísima enfermedad múltiple que en otra época hubiera significado la muerte segura, hoy en Europa se viene trabajando en una medicina altamente efectiva que estará disponible en nuestro País en 30 días y usted mi amigo dejará de tener se dolorcito, mientras llega va a tomar estas píldoras tres veces al día y seguir las siguientes indicaciones....
Sucede que pasan los 30 días la medicina no llega y nuestro enfermo personaje entra en un estado de pánico, ¡¡Por favor, señor.... tenga calma, nada le sucederá mientras tome esta medicación, el dolorcito no desaparecerá pero estará controlado! y pasan otro 30 días y luego otros más, la salud de nuestro imaginario ejemplo, se resquebraja, ha perdido agilidad, anda deprimido y la Clínica ordena a costos muy elevados un tratamiento sicológico y psiquiátrico, finalmente después de seis meses llega la medicina que curará todos sus males, especialmente ese dolorcito fastidioso.
El médico le dice al paciente estimado amigo finalmente tenemos la solución a su problema pero el precio de la medicina y el tratamiento que demanda tiene muy alto costo, el galeno, lo mira a los ojos y le dice la cifra, en esos seis meses el enfermo había vendido sus dos automóviles para cubrir los gastos que le permitieran seguir vivo, bueno Doctor responde. en una semana iniciamos el tratamiento .¡Perfecto! dice el médico y le extiende la mano.
Nuestro personaje hipoteca su Residencia e inicia un largo tratamiento que, al cabo de un año le alivia el dolor molesto, pero no pudo pagar la hipoteca, lo demandaron y ante el remate de su vivienda, sufre un ataque masivo y fallece en el acto.
Esto es lo que pienso de COVID-19, han alimentado tanto la necesidad de la vacuna que su destino está marcado por la muerte con o sin ella, además y a la sazón sea dicho, es condición natural de nuestro paso por este Mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario